Comencemos a resolver los problemas de la capital
El Distrito Nacional (DN) presenta retos importantes en la provisión de servicios básicos, lo que impacta negativamente la calidad de vida de la población que reside, trabaja o estudia en esta importante ciudad.
La capital es una urbe que tiene 91 kilómetros cuadrados y es hogar de casi 1,030,000 habitantes de acuerdo a datos preliminares del Censo 2022; estos datos implican una densidad poblacional de 11,308 habitantes por Km2, de las más altas entre las ciudades capitales de América Latina.
A estos residentes hay que sumarles la llamada población flotante, aquellos que trabajan o estudian, pero no residen en el DN, y que se estima en más de 1.3 millones de personas que hacen vida en el DN durante la jornada laboral.
En ese sentido, se pueden identificar al menos tres tareas pendientes en materia de servicios que debe mejorar la ciudad.
Uno de esos retos es el manejo de las inundaciones urbanas. Dado que República Dominicana está entre los 25 países más vulnerables al cambio climático de acuerdo al INFORM Risk Index de 2023, es de esperarse un aumento de la cantidad de fenómenos atmosféricos de corta duración, pero de mucha intensidad de lluvias.
Las lluvias repentinas de los noviembres de 2022 y 2023, aunado al hecho de ser recientemente amenazados por un huracán categoría 5 antes de agosto, es una muestra de esta situación.
Para resolver el problema, se necesita ampliar la red de tuberías pluviales que puedan verter el agua de lluvia de manera rápida, algo que no se hace desde más de 12 años.
Otro desafío importante es el drenaje sanitario. La encuesta ENHOGAR 2022 plantea que menos del 22% de los hogares tiene acceso a alcantarillado sanitario en el Distrito Nacional, descargando sus residuos en cañadas, ríos o pozos sépticos.
Hasta hace unos años, menos del 5% de las aguas recolectadas reciben tratamiento antes de ser descargadas en el mar o ríos. Además de la contaminación de los ríos, arroyos y riachuelos circundantes de la ciudad, la falta de drenaje sanitario tiene un impacto mayor si se toma en cuenta la contaminación de acuíferos subterráneos y de los pozos que utilizan las residencias para abastecerse de agua para consumo humano.
Una última tarea pendiente reside en el problema del tránsito. Si 1.3 millones de personas entran diariamente al DN, las horas pico se convierten en verdaderos dolores de cabeza para desplazarse. El Plan de Movilidad Sostenible del INTRANT para el Gran Santo Domingo estima que un desplazamiento en el DN toma alrededor de una hora y diez minutos en promedio.
Esto equivale a que diariamente se pierda el equivalente a miles de millones de pesos en horas de trabajo o de ocio de los dominicanos. La situación ha empeorado de manera apreciable en los últimos tres años.
Las soluciones a las tres problemáticas mencionadas anteriormente evidentemente que cuestan dinero. Aprovechando que se está formulando el Presupuesto General del Estado para 2025, las autoridades nacionales y locales deben enfocarse en apropiar fondos para comenzar a resolver estos retos.
Más allá de los discursos acostumbrados, hay que comenzar a implementar soluciones colectivas y eso solo se hace presupuestando los recursos para lograrlo.