Características de la estrategia de Estados Unidos

28-11-2022
Economía y empleos
Jaime Aristy Escuder Blog, República Dominicana
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[Escrito el 24 de noviembre de 2022]

La administración Biden está ejecutando una estrategia hacia la República Dominicana, uno de sus principales aliados en América Latina, que es irracional, subóptima y temporalmente inconsistente.

La estrategia del actual gobierno estadounidense es irracional, pues no toma en consideración toda la información disponible sobre las relaciones históricas entre la República Dominicana y Haití. Los haitianos, dirigidos por el general Boyer, invadieron el territorio dominicano en 1822, manteniendo su férreo y excluyente dominio hasta 1844 bajo el argumento de que la isla era una e indivisible. Previamente en 1805, el poderoso ejército haitiano, creado a imagen y semejanza de la armada napoleónica, había penetrado a la ciudad de Moca bajó las órdenes de los generales Dessalines y Christophe, degollando salvajemente a hombres, mujeres y niños, fuesen blancos, mestizos o negros. Un agente económico racional debe analizar toda la información disponible durante su proceso de toma de decisiones. Lamentablemente, el Departamento de Estado y la Embajada Americana en Santo Domingo no procesaron adecuadamente la información disponible a la hora de exigir el establecimiento de campamentos haitianos en territorio dominicano.

La estrategia de los Estados Unidos es claramente subóptima, pues el nivel de bienestar que se desprenderá de su ejecución se colocaría muy por debajo del que producirían otras estrategias racionales. La administración Biden debe entender que la República Dominicana no puede cargar sola con el problema haitiano. Debe tomar en consideración que no hay un país en el mundo que haya ayudado más al pueblo haitiano que la nación dominicana. Basta con analizar el aporte que se les brinda a los haitianos inmigrantes, sin importar que estén en territorio dominicano en condición migratoria irregular, a través de centenares de miles de puestos de trabajo en el mercado laboral dominicano y el continuo flujo de servicios públicos de educación y salud que se les brinda totalmente gratis. La estrategia óptima para solucionar el problema haitiano debe involucrar la participación directa de Francia, Canadá y Estados Unidos, entre otros, quienes deben cooperar con recursos económicos y militares para instalar y proteger los campamentos de refugiados en territorio haitiano, al mismo tiempo que aumentan su absorción de mano de obra haitiana en sus respectivos mercados laborales.

Por último, la estrategia de la administración Biden es temporalmente inconsistente. Un campamento haitiano en territorio dominicano podría ser impuesto por la fuerza económica y militar de los Estados Unidos en alguna de las provincias fronterizas, al igual que intenta el presidente Vladimir Putin quedarse con la parte este de Ucrania. No obstante, esa solución no sería definitiva, pues los dominicanos harán todo lo posible por echar hacia atrás la existencia de ese campamento, ya sea votando masivamente por el Partido Republicano en las elecciones presidenciales de 2024 o mediante acciones militares estimuladas por el espíritu trinitario que inculcó Juan Pablo Duarte a todos los dominicanos.