BCRD informa que la economía dominicana creció 4.9 % en el año 2022
El Banco Central de la República Dominicana (BCRD) en el interés de mantener debidamente informados a los agentes económicos y a la opinión pública en general, y como parte del compromiso institucional con la transparencia y la divulgación oportuna de datos bajo su responsabilidad, informa los resultados preliminares de la economía dominicana para el año 2022.
Sector real
El producto interno bruto (PIB) real registró un crecimiento de 4.9 % en 2022, luego de que el indicador mensual de actividad económica (IMAE) experimentara una variación interanual de 3.3 % en el mes de diciembre, en línea con las últimas proyecciones de esta institución.
Los resultados de la economía dominicana durante el pasado año pudieron ser alcanzados a pesar de la desafiante coyuntura a nivel global. En este tenor, la economía mundial durante 2022 se vio afectada por el impacto significativo de dos choques sucesivos, siendo el primero los efectos rezagados de la pandemia del COVID-19 y el segundo la invasión de Rusia a Ucrania. Las secuelas de estos eventos se reflejaron en restricciones en la oferta agregada y presiones inflacionarias a nivel global debido principalmente a las disrupciones en las cadenas de suministros, los elevados precios de las materias primas (commodities) en los mercados internacionales, incluyendo el petróleo y el incremento en los costos de transporte de los contenedores. Como consecuencia, la mayoría de los países adoptaron una postura monetaria restrictiva para controlar las presiones al alza de los precios.
La expansión del PIB en el año 2022 es un reflejo de los fuertes fundamentos macroeconómicos de la República Dominicana, así como su resiliencia para hacer frente a los choques externos. Esta fortaleza, unida a la implementación oportuna y prudente, conforme lo demandaban los acontecimientos y circunstancias, de las decisiones de políticas económicas tanto monetarias como fiscales, así como al clima de paz social, transparencia y seguridad jurídica, han sido determinantes para mantener la estabilidad económica y el flujo de inversiones en el país, local y extranjera.
Lo anterior se puede apreciar en la valoración positiva sobre la economía dominicana, tanto de los organismos internacionales como de las firmas calificadoras de riesgo. Una muestra fehaciente de la buena percepción que se tiene de la República Dominicana en los mercados internacionales es la decisión de Standard & Poor’s de mejorar la calificación de riesgo crediticio soberano del país de ‘BB-’ a ‘BB’. Cabe señalar que el manejo fiscal prudente con una gestión eficiente de la deuda fue un elemento importante que fue tomado en cuenta para la referida mejoría en la calificación crediticia, además de las expectativas de continuidad de políticas oportunas en el mediano plazo, así como la diversificación del aparato productivo dominicano.
En lo referente al PIB nominal, se proyecta un aumento de unos US$18,476 millones para situarse en torno a US$114,000 millones, lo que mejora aún más la proporción de la deuda sobre el PIB con respecto a la previamente estimada. Asimismo, dicha cifra permite alcanzar un PIB per cápita de aproximadamente US$10,700 en el 2022 superior al US$8,971.9 verificado en 2021, ubicándose el país como la séptima economía de América Latina.
En cuanto a los detalles del comportamiento de las actividades económicas en el 2022, sobresale la importante incidencia del sector servicios en su conjunto, el cual representa aproximadamente el 60.0 % del tamaño total de la economía, con una expansión de 6.5 % en términos reales durante el pasado año. El mismo estuvo liderado por la actividad hoteles, bares y restaurantes (24.0 %), seguido por salud (11.3 %), otras actividades de servicios (8.2 %), administración pública (8.5 %), transporte y almacenamiento (6.4 %), servicios financieros (5.8 %) y comercio (5.4 %). En otro orden, la agropecuaria registró un crecimiento de 5.0 %; mientras que, dentro de la actividad industrial que constituye alrededor de un tercio del PIB, se verificaron incrementos de 5.4 % de la manufactura de zonas francas, 2.2 % en manufactura local y 0.6 % en construcción.
Tal como se ha destacado anteriormente, la actividad de mayor contribución al resultado del PIB en el año 2022 fue hoteles, bares y restaurantes, al registrar una expansión interanual de 24.0 % en su valor agregado real. El comportamiento de este sector estuvo impulsado fundamentalmente por la llegada total de 7.2 millones de turistas por vía aérea, alcanzando un récord histórico. El dinamismo se observó igualmente en el arribo sin precedentes de 1.3 millones de cruceristas por los distintos puertos del país. De esta manera, en el pasado año ingresaron unos 8.5 millones de visitantes, conforme las cifras del Ministerio de Turismo.
Por otro lado, en el desempeño de la industria manufacturera durante el año 2022 sobresale la actividad de las zonas francas, la cual registró un incremento interanual de 5.4 %, propiciado por el aumento en sus exportaciones de bienes para suplir la demanda externa. El desarrollo que ha evidenciado este sector se corresponde con el creciente número de empresas establecidas bajo este régimen que promueven la creación de nuevos empleos formales, registrando 192,291 empleados en el sector al mes de diciembre 2022, según informaciones suministradas por el Consejo Nacional de Zonas Francas de Exportación (CNZFE). Asimismo, se resalta el flujo de inversiones directas destinadas al sector en respuesta al clima de estabilidad y oportunidades atractivas que ofrece la República Dominicana.
Mercado laboral
De acuerdo a la Encuesta Nacional Continua de Fuerza de Trabajo (ENCFT), la economía alcanzó una ocupación total de 4.77 millones de trabajadores (incluyendo formales e informales), superando el nivel evidenciado en el mismo trimestre de 2019, es decir al total observado previo a la pandemia del COVID-19. Este resultado es equivalente a unos 92,642 nuevos empleos netos al cierre del año 2022 respecto al 2021, para una variación interanual de 2.0 %.
Es importante puntualizar que la generación de nuevos puestos de trabajo estuvo concentrada en la ocupación formal, al verificarse un incremento de 130,561 en dicha categoría; mientras que el número de ocupados informales se redujo en 37,919 trabajadores. Dado este comportamiento, el porcentaje de informalidad, es decir, la proporción de ocupados que no tiene acceso a los beneficios de la seguridad social vía su ocupación, disminuyó en 1.9 puntos porcentuales al pasar de 58.1 % en octubre-diciembre de 2021 a 56.2 % en igual trimestre de 2022.
Por otro lado, la tasa de desocupación abierta, que se define como el porcentaje de desocupados que están buscando activamente trabajo, se contrajo en 3.2 puntos porcentuales, desde el 8.0 % registrado en enero-marzo de 2021 a 4.8 % en octubre-diciembre de 2022, y en 2.3 puntos porcentuales al compararla con la cifra de 7.1 % reportada en igual trimestre de 2021.
Política monetaria
Durante el año 2022, el BCRD continuó implementando un plan gradual de restricción monetaria con el propósito de mitigar los choques inflacionarios globales, así como las presiones de demanda interna, en la medida que la actividad económica doméstica mantuvo un desempeño favorable. En efecto, la tasa de política monetaria (TPM) acumuló un incremento de 550 puntos básicos (p.bs.) entre noviembre de 2021 y octubre de 2022, ubicándose en 8.50 % anual en octubre. En tanto, durante los dos últimos meses de 2022 se hizo una pausa en el ciclo de aumentos de la TPM, al estimar que la misma ha alcanzado el nivel adecuado para que la inflación converja al rango meta de 4.0 % ± 1.0 % durante el año 2023.
Por otro lado, el crédito privado en moneda nacional varió por encima de 14 % interanual en diciembre, impulsado principalmente por el financiamiento a los hogares que crecieron en torno a 20 % interanual, mientras que los préstamos a los sectores productivos se han desacelerado hasta una expansión de 7.8 % interanual para el cierre del año.
El proceso de restricción monetaria, aunado a las medidas fiscales implementadas para enfrentar los mayores precios internacionales de las materias primas, ha contribuido a una desaceleración de la inflación, la cual se ha reducido en 181 puntos básicos desde un máximo de 9.64 % en abril hasta 7.83 % en diciembre de 2022. Asimismo, la inflación subyacente, que excluye los componentes más volátiles de la canasta y que es de los principales indicadores en la toma de decisiones de los bancos centrales, ha mantenido una tendencia a la baja desde el mes de mayo del 2022, pasando de un máximo de 7.29 % en mayo a 6.56 % al cierre de diciembre 2022.
Es importante puntualizar que la variación de los precios en los últimos meses de 2022 refleja el impacto sobre los bienes agropecuarios de las condiciones climatológicas adversas evidenciadas durante el período septiembre-diciembre, destacándose varios tornados en la región Cibao y la Línea Noroeste y los daños ocasionados por el paso del huracán Fiona, así como las menores temperaturas registradas en el país las cuales afectaron de manera directa las plantaciones de plátano.
El análisis de los datos de 18 economías de América Latina arroja que la tasa de inflación interanual de la República Dominicana es inferior a la de 11 países de la región. Esto quiere decir que sólo seis países reportan cifras por debajo de la dominicana, de los cuales tres son de economías dolarizadas (Panamá, Ecuador y El Salvador). En el caso de Brasil y México, si bien hoy en día estos dos países exhiben una menor inflación por su postura de política monetaria más restrictiva, también reportaron tasas de crecimiento económico por debajo del promedio para este grupo de países.
Hacia adelante, el Banco Central se mantendrá dando seguimiento a la evolución de las condiciones económicas externas y domésticas, para tomar medidas adicionales, si fuesen necesarias, que permitan preservar la estabilidad de precios y la fortaleza de los fundamentos macroeconómicos de la economía dominicana.
Sector externo
En el año 2022, el sector externo mostró un comportamiento favorable en términos de ingreso de divisas. En este sentido, las exportaciones presentaron un crecimiento de 10.5 % respecto a 2021, que representa unos US$1,306.9 millones más, destacándose las de zonas francas que tuvieron nuevamente cifras récords al alcanzar los US$7,833.9 millones, para un repunte de 9.1 %. Este desempeño estuvo liderado por las actividades de fabricación de equipos médicos y quirúrgicos con una variación de US$302.3 millones (16.1 %) y confecciones textiles de US$131.3 millones (14.7 %). De igual forma, las exportaciones nacionales fueron superiores en 12.4 % respecto al 2021 impulsadas por las exportaciones industriales (16.2 %).
Por otro lado, la recuperación del turismo más rápida de lo esperado coadyuvó la captación de ingresos por este concepto del orden de unos US$8,406.5 millones en el año 2022. En cuanto a las remesas, durante el año analizado se recibieron flujos por US$9,856.5 millones, unos US$546.0 millones menos que en 2021, pero superiores en US$2,769.5 millones al 2019, año previo a la pandemia. Particularmente en el mes de diciembre de 2022, las remesas sumaron US$944.2 millones, registrando un incremento de 0.4 % respecto al mismo mes de 2021, y un 43.8 % al comparar con el 2019. Este resultado es el tercer aumento interanual registrado desde el pasado mes de octubre y es consistente con el nuevo nivel de flujos de remesas mensuales que se ha estado observando recientemente por encima de US$800.0 millones.
Adicionalmente, una señal de la confianza que mantienen los inversionistas en nuestro país es que la inversión extranjera directa se ubicó en unos US$3,802.2 millones, registrando una variación interanual de US$701.1 millones (22.6 %) y destacándose las inversiones en los sectores comercial, energía y transporte.
En este sentido, el resultado de las actividades generadoras recursos en moneda extranjera, sumado a la entrada por otros servicios, conllevaría que los ingresos de divisas alcancen un total en torno a los US$39,000 millones en 2022.
Vale puntualizar que la mejora en la entrada de divisas ha contribuido a la estabilidad cambiaria, de tal manera que al cierre de 2022 el tipo de cambio muestra una apreciación de 2.0 %. Esto permitió la acumulación de Reservas Internacionales, las cuales alcanzaron la cifra histórica para un cierre de año de US$14,440.6 millones en el 2022, equivalentes a 5.6 meses de importaciones y 12.8 % del PIB.
Sistema financiero
Por otro lado, los fuertes fundamentos de la economía dominicana continúan reflejándose en un sistema financiero saludable, con adecuados niveles de solvencia, liquidez y rentabilidad, así como un bajo nivel de riesgo de su cartera crediticia. En efecto, los últimos datos disponibles de la Superintendencia de Bancos al cierre del mes de diciembre de 2022 registran una rentabilidad anualizada sobre el patrimonio (ROE) de 23.0 % para el sistema financiero consolidado, mientras que la rentabilidad sobre los activos (ROA) del mismo fue de 2.6 %. De igual forma, la morosidad de la cartera de créditos se ubica en 1.0 % y la solvencia se mantiene elevada en 16.5 %, superior al 10.0 % mínimo requerido de conformidad con la Ley Monetaria y Financiera.
En lo referente a la banca múltiple, la rentabilidad sobre el patrimonio (ROE) al cierre de diciembre fue de 25.6 % y sobre los activos (ROA) de 2.6 %, con un coeficiente de solvencia de 15.0 %, según las últimas informaciones disponibles, y la morosidad fue de 0.9 %, lo que indica que la banca múltiple continúa estable y patrimonialmente fuerte.
Si bien las perspectivas para el año que inicia continúan condicionadas por los factores de riesgo que prevalecen en la coyuntura actual, se prevé que la economía dominicana continúe en una trayectoria favorable, apoyada en una ejecución más acelerada de la inversión pública, un dinámico sector turístico y un desempeño adecuado de las actividades generadoras de divisas, es decir, las remesas, exportaciones totales, inversión extranjera directa e ingresos por turismo, además de una moderación en el ritmo de crecimiento de las importaciones.
Finalmente, el Banco Central se mantiene dando seguimiento permanente a las condiciones financieras externas y a las expectativas de los agentes económicos, encontrándose preparado para adoptar medidas adicionales ante factores que puedan poner en riesgo la estabilidad de precios. En este sentido, la institución reafirma su compromiso con la conducción de la política monetaria hacia el logro de su meta de inflación y el buen funcionamiento de los sistemas financiero y de pagos.