La calificadora Feller Rate ha otorgado al Banco Agrícola de la República Dominicana la calificación de solvencia «AAA» con perspectivas estable.

La calificación de un banco implica un análisis integral que incluye, además de la solvencia, otros aspectos como la liquidez, rentabilidad, calidad de activos, eficiencia operativa, gestión del riesgo (crédito, mercado, operativo), gobierno corporativo y cumplimiento regulatorio.

El informe de evaluación revela aspectos preocupantes: la calidad crediticia del banco ha sufrido un deterioro significativo, con un índice de cartera vencida que ha subido al 15.3%, lo que representa un alto nivel de préstamos en mora. Esta situación incrementa el riesgo crediticio y afecta la estabilidad financiera.

Además, se reporta una caída abrupta en la utilidad neta, que pasó de aproximadamente 370 millones en 2024 a solo 108 millones en 2025, influenciada por un aumento considerable en los gastos operativos.

Esta sirena en la rentabilidad plantea serios desafíos para mantener la sostenibilidad del banco.

El panorama actual exige una atención rigurosa para mejorar el control de riesgos, optimizar costos y fortalecer la recuperación de créditos.

El Banco Agrícola es pieza clave para el desarrollo del sector agropecuario y rural dominicano, por lo que mantener su fortaleza institucional es esencial para el crecimiento económico nacional.

Como exadministrador, hemos denunciado en múltiples ocasiones el deterioro institucional del Banco Agrícola.

Espero que el llamado realizado por la calificadora Feller Rate, referida al deterioro en la calidad crediticia, el aumento significativo del gasto operativo y la reducción preocupante de la rentabilidad, sea tomada con la seriedad que merece.

Es fundamental que la Superintendencia de Bancos ejerza plenamente su papel fiscalizador para prevenir daños mayores y garantizar la estabilidad y sostenibilidad de esta institución clave para el sector agropecuario y el desarrollo rural del país.

Carlos Segura Foster, exadministrador