Afinando la política monetaria
La Junta Monetaria aprobó la liberación de recursos del encaje legal para el otorgamiento de préstamos al sector construcción y la adquisición de viviendas de bajo costo. A primera vista esa decisión es inconsistente con la política de lucha contra la inflación que ejecuta el organismo emisor desde noviembre de 2021. Por ese motivo, si el gobernador del Banco Central no fuese Héctor Valdez, yo estaría muy preocupado.
Dentro del esquema de metas de inflación, las autoridades monetarias han estado utilizando diversos instrumentos para reducir la tasa interanual de inflación, la cual pasó de 9.64% a 7.83%, entre abril y diciembre de 2022. Para lograr esa disminución de la tasa de inflación, se incrementó la tasa de interés de referencia de 3% a 8.5%; se redujo la tasa de crecimiento de los agregados monetarios por debajo del crecimiento del producto interno bruto nominal; y se intervino oportuna y adecuadamente en el mercado de divisas para minimizar la volatilidad del tipo de cambio.
La estrategia de política monetaria aplicada por el gobernador Héctor Valdez toma en consideración, tal como establece la Regla de Taylor, la desviación de la inflación con relación a su meta y la distancia entre el producto interno bruto observado y su potencial. Esto significa que las decisiones monetarias, en particular la de manejo de la tasa de interés de referencia, tienen como mandato el control de la inflación al mismo tiempo que, al mantener ancladas las expectativas de inflación, crean las condiciones para un crecimiento económico sostenido en torno a su potencial.
La desaceleración del crecimiento económico registrada en el cuarto trimestre del año pasado se explica principalmente por el descenso del ritmo de crecimiento del sector construcción. Si a la reducción de la inversión en construcción se añade lo difícil que será que el turismo se expanda en este año más de 25% como lo hizo en 2022 y se toma en cuenta que la economía estadounidense apenas crecerá 0.5%, se podría proyectar que la República Dominicana tendría un crecimiento económico menor al 4% en 2023.
Ante ese muy probable evento, y dado que se proyecta que la tasa de inflación se coloque en este año alrededor del límite superior de la meta del 4%±1%, las autoridades monetarias decidieron liberar 21 mil millones de pesos del encaje legal, suma que había retornado al Banco Central en 2022, y destinarlos al sector construcción. Ese sector tiene un elevado efecto multiplicador que hace expandir la demanda agregada de bienes y servicios, favoreciendo el crecimiento del producto interno bruto. Además, dado que ese financiamiento se otorgará para la adquisición de viviendas de menos de 4.5 millones de pesos, a una tasa de interés anual de 9% y a plazos de cinco años, se prevé que beneficiará principalmente a la población perteneciente a la clase baja y a la media baja.
Así las cosas, se puede concluir que el gobernador Héctor Valdez está, una vez más, afinando la política monetaria, para reducir la tasa de inflación sin que haya una desaceleración significativa del crecimiento económico.