UNESCO capacita a creadores de contenido digital para convertirse en voces confiables en línea
Dylan Page nunca ha aspirado a ser periodista. Más bien, se enorgullece de ser un creador de contenido, alguien que obtiene noticias, las analiza y las curaduría para sus seguidores.
Su enfoque ha sido extremadamente exitoso: hoy en día, es uno de los “influencers de noticias” cuyos posts en redes sociales atraen millones de vistas y suscriptores.
Los creadores de contenido digital como Dylan Page son cada vez más presentes en el panorama informativo.
Su capacidad para adaptar las noticias a las audiencias, especialmente a los jóvenes, ha contribuido al auge de las redes sociales como fuente diaria de información, superando a los medios tradicionales.
Sin embargo, según una encuesta de la UNESCO, el 62% de los creadores de contenido digital no verifican la exactitud antes de compartirlo con sus audiencias.
Este es un problema importante: la desinformación y la mala información suelen ser más sensacionales o atractivas que otros contenidos, por lo que se difunden mucho más rápido que la verdad.
También tienen consecuencias reales, ya que erosionan la confianza en los medios, socavan los procesos democráticos y alimentan el discurso de odio.
Los creadores de contenidos digitales se han convertido en una parte importante del ecosistema informativo, llevando noticias culturales, sociales y políticas a millones de personas. Pero muchos de ellos tienen dificultades para hacer frente a la desinformación y la incitación al odio en línea, y reclaman más formación.
Audrey AzoulayDirectora General de la UNESCO
En este contexto, la UNESCO y el Knight Center for Journalism in the Americas unieron fuerzas para coorganizar un curso de capacitación para los principales creadores de contenido y periodistas.
Más de 9000 participantes, como Dylan Page, María Paulina Baena, Salla-Rosa Leinonen y Sam Ellis, se reunieron para aprender sobre cómo construir la confianza de la audiencia, moldear la opinión pública de manera ética y crear contenido atractivo para promover la alfabetización mediática e informativa.
Para muchos de ellos, esto llevó a una mayor conciencia sobre sus responsabilidades como creadores de contenido, especialmente en la preservación de la libertad de expresión y el aseguramiento del acceso a información confiable, dos derechos humanos fundamentales defendidos por la UNESCO.
A partir de ahora, enfatizarán la necesidad de verificar y referenciar cada publicación, para evitar la propagación de desinformación y fake news en línea.
Según Dylan Page, “Una de las cosas más grandes que aprendí ayer fue entender el verdadero lado de la investigación. Creo que estoy parándome sobre los hombros de gigantes—las personas y organizaciones que han estado haciendo esto durante 150 años. Y entonces, es reconocer eso y respetarlo a medida que avanzo, y rendir respeto y dar crédito”.