“Antes de ser el ‘Big Papi’ con los Red Sox y los Twins, yo era un niño jugando pelota en República Dominicana”. Esta es una de las frases del discurso de inducción a Cooperstown en las que David Ortiz mostró largo camino que tuvo que recorrer para llegar a la inmortalidad.

Agradecido, humilde y orgulloso de sus logros se pudo ver a David Ortiz mientras daba el discurso que oficialmente marcaría su entrada el Salón de la Fama del béisbol profesional de los Estados Unidos. No se trató de una alocución sobre números o momentos en particular, sino de un recuento que llevó a un niño de la ciudad de Santo Domingo hasta la inmortalidad en el lejano Cooperstown.

El agradecimiento de Ortiz no se limitó a compañeros de equipo. «Big Papi» habló del agradecimiento a su país por el apoyo, a la ciudad de Boston por adoptarlo, a Minnesota Twins por darle su primera oportunidad en MLB, a entrenadores desde su comienzo y por supuesto, a sus padres quienes dijo que hicieron hasta lo imposible porque él y su hermana tuvieran una mejor vida.

Cambiando entre inglés y español de forma frecuente, Ortiz habló con todos y de todo, sin dejar fuera a los miles de dominicanos presentes en Cooperstown y a los cientos de miles que estaban pegados en sus pantallas siguiendo cada palabra del carismático jugador.

Sin embargo, los agradecimientos a Boston Red Sox y también a su compadre, el hombre al que él llama responsable de llevarlo al equipo, Pedro Martínez, fueron de las mejores partes de todo el discurso.

“No puedo agradecerles lo suficiente (a los Red Sox) por construirme y apoyarme a lo largo de los años, esa organización me hizo el hombre que soy hoy”, dijo ‘Big Papi’ sobre el equipo con el que ganó tres Series Mundiales.

Y sobre Pedro Martínez dijo: “ha sido para mí un hermano, un maestro, un consejero, un abogado y hasta plomero ha sido en mi casa”, en medio de la risa y el aplauso de todos los hispanoparlantes presentes.

En fin, el discurso de David Ortiz fue todo lo que él representó como jugador y representa como ser humano. En términos de béisbol, el cuarto dominicano en llegar a Cooperstown conectó el último jonrón para dejar en el terreno a su rival de su carrera.

“Si mi historia puede recordarles algo, que les recuerde que cuando crees en alguien, cambias su mundo, puedes cambiar su futuro”.

– David Ortiz.

Con la entrada de David Ortiz al Salón de la Fama, República Dominicana queda a la expectativa de quiénes podrían ser sus próximos inmortales

República Dominicana ha llegado a cuatro exaltados al Salón de la Fama de Cooperstown con la inclusión de David Ortiz en la clase 2022. Sin embargo, para un país que ha producido más de 800 ligamayoristas, la pregunta siempre será quién llegará próximamente.

De acuerdo con la reglamentación del Salón de la Fama de Cooperstown, para ser elegible, un pelotero necesita haber jugado diez temporadas en Grandes Ligas y tienen que haber transcurrido al menos cinco años desde la última vez que estuvo en el roster de un conjunto.

De acuerdo con esto, un total de ocho dominicanos estarían entrando a la boleta de votación en los próximos dos años. Estos nuevos se unirían a Alex Rodríguez (segundo año) y Manny Ramírez (séptimo año), los únicos dos que repetirán en la boleta del próximo año.

Es importante destacar, que estos dominicanos solo aparecerán en la boleta de los próximos años si cumplen con ambos criterios establecidos anteriormente, es decir, que, si alguno de ellos logra entrar a un equipo de MLB antes de que la próxima boleta de votación se haga oficial, no figurará en los años enumerados y tendrá que esperar cinco años más después de su última temporada de juego.

2023: JHONNY PERALTA, ERICK AYBAR, UBALDO JIMÉNEZ y JOAQUÍN BENOIT

De entrada, varios de estos peloteros tuvieron buenas carreras y compilaron estadísticas decentres a lo largo de su carrera, pero la realidad es que sus candidaturas son débiles, por lo que es poco probable que alguno se mantenga por mucho tiempo dentro de la boleta de votación.

Peralta jugó por espacio de 15 temporadas entre ambos equipos. Conectó al menos 20 cuadrangulares en cinco temporadas y al menos 70 carreras remolcadas en ocho. Culminó su carrera con 202 vuelacercas y 873 empujadas, ganando un campeonato de la Liga Americana en 2012 con Detroit.

De su lado, Aybar jugó por 12 años en MLB, pasando la mayor parte de su tiempo como miebro de Los Angeles Angels, con quienes jugó por diez temporadas. Compiló un promedio de bateo de .271, junto a un OPS de .685, remolcando 473 carreras, anotando en 643 oportunidades y robando 155 bases. Ganó un premio Guante de Oro y recibió una invitación al Juego de Estrellas.

Ubaldo Jiménez tuvo una sólida carrera de abridor por varios años, recibiendo votos para el premio Cy Young de la Liga Nacional en 2010, por el cual terminó tercero. Es el único jugador en la historia de Colorado Rockies con un partido sin hits ni carreras y uno de los siete dominicanos que han logrado la hazaña. Luego de 12 años en MLB terminó con efecitvidad de 4.34 y 1,720 ponches en 1,870 entradas lanzadas.

Joaquín Benoit fue un relevista de 16 temporadas en Grandes Ligas que terminó su carrera con 3.83 de efectividad, 1,958 ponches y 437 bases por bolas en 1,068.2 innings de labor. Para su desgracia, por lo que más se le recuerda es por permitir un enorme cuadrangular con las bases llenas a David Ortiz en la Serie de Campeonato de la Liga Americana de 2013, pero su trabajo en MLB fue productivo.

2024: ADRIAN BELTRÉ, JOSÉ REYES, JOSÉ BAUTISTA y BARTOLO COLÓN

En el 2024 cuatro nombres se unirán a los candidatos que tendrían la oportunidad de ser inmortalizados. De todos ellos, Adrián Beltré es el que tiene más posibilidades reales de lograr entrar a la inmortalidad, sin embargo, este es un grupo muy superior, en términos de rendimiento, al de 2023.

Beltré militó con cuatro equipos durante 21 temporadas. Fue electo en cuatro ocasiones al Juego de Estrellas y ganó cinco Guantes de Oro. Concluyó su carrera con 477 cuadrangulares, 636 dobles y 1,701 carreras empujadas, a lo largo de 2,759 partidos, cifra que lo coloca en el segundo lugar histórico con más partidos como jugador de tercera base, solamente detrás de Brooks Robinson.

José Reyes jugó durante 16 temporadas en las Grandes Ligas, militando también con cuatro escuadras. Fue líder de la Liga Nacional en triples en cuatro ocasiones, en bases robadas en otras tres oportunidades y en hits una vez, lo que le propulsó a ganar un premio de Bate de Plata en 2006 como campo corto. En estos momentos ocupa el lugar número 33 en el listado histórico de bases robadas con 517.

José Bautista fue electo en seis ocasiones al Juego de estrellas y culminó dos veces como líder de cuadrangulares de la Liga Americana. Se mantuvo durante quince temporadas en la MLB, remolcó 100 carreras o más en cuatro oportunidades y anotó la misma cantidad de carreras en cuatro temporadas. Durante su carrera acumuló 344 cuadrangulares y 1,032 bases por bolas recibidas, departamento que lideró en dos ocasiones, mientras que quedó dentro de los mejores 10 en votaciones para el premio de Jugador Más Valioso en cuatro ocasiones.

Bartolo Colón jugó por 21 temporadas en MLB. Alcanzó la cifra de 20 triunfos en dos temporadas y la de 15 triunfos en nueve. Fue electo como ganador del premio Cy Young de la Liga Americana en 2005 y cuatro veces al Juegos de Estrellas. Adicionalmente, es el lanzador latino con más victorias en la historia de MLB, culminando su carrera con récord de 247 ganados y 188 perdidos. Logró lanzar al menos 200 entradas en ocho temporadas y acumuló 2,535 ponches.