Y, por fin, Twitter es propiedad de Elon Musk

02-11-2022
Ciencia, Tecnología e Innovación
Ojalá, República Dominicana
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El 27 de octubre, es decir, la semana pasada, ocurrió lo que varias veces se temió no ocurriera: la compra de Twitter por parte de Elon Musk fue finiquitada, iniciando así un nuevo capítulo para la sufrida plataforma.

Tras 8 meses de intenso drama, el deseo generalizado es que en esta vuelta Twitter prospere y ocupe el sitial que siempre ha merecido como red social útil y puntual. Desafortunadamente, bajo Musk las cosas nunca están claras, y el caos ya ha comenzado a manifestarse. 

Lo primero que hizo el señor Musk fue despedir al que hasta ese entonces fue el CEO de Twitter, Parag Agrawal, y al jefe de finanzas, Ned Segal. 

Ante una situación como esta, donde un nuevo dueño asume el mando, tales movimientos bruscos no resultan extraños o inesperados. Sin embargo, fiel al estilo excéntrico de Musk, hay un detalle curioso: al momento de este escrito, nadie sabe (ni el propio Musk, a confesión propia) quién es el CEO. 

Podría pensarse, quizás ingenuamente, que ante el cambio ocurrido Twitter necesita algunos días para reorganizarse y empezar a trabajar en serio bajo una visión renovada. 

En el mundo Musk, las cosas ocurren más rápido que de inmediato, y es así como ya el nuevo dueño ha provocado un intenso debate -y quizás hasta la ira de algunos- al decidir que el derecho a cotejo en Twitter ha de tener un costo asociado. 

El famoso cotejo de Twitter, una suerte de verificación de autenticidad de la cuenta, es algo que siempre se ha otorgado de manera un tanto orgánica y medalaganaria, recayendo la responsabilidad exclusivamente sobre Twitter. 

A no ser que el cambio propuesto por Musk venga acompañado de un conjunto de reglas o requisitos, el cotejo, que próximamente formará parte del servicio por paga Twitter Blue, podría convertirse en un relajo.

Twitter Blue, para quienes no lo recuerdan, debutó en junio de 2021 con un costo mensual de 4.99 dólares. Bajo las directrices de Musk, este precio mensual pasará a ser de 20 dólares, aumento justificado en parte por el cotejo aquel.

¿Vale la pena pagar 20 dólares al mes solo para decir que la cuenta es verificada? Algunas corporaciones, sobre todo medios, quizás no tengan objeción con esto, pero usuarios individuales lo ven con otros ojos. 

El Twitter original era sin duda algo más sano y orgánico, y es esta visión lo que en opinión de muchos le impidió crecer en términos monetarios a la par de redes más hambrientas como Facebook e Instagram. 

Bajo Musk, las cosas no serán jamás tan orgánicas o naturales como cuando Dorsey inició el proyecto, así que pueden esperarse más cambios bruscos de este tipo. La gran pregunta: ¿lograrán que Twitter sea productiva o, por el contrario, acelerarán su potencial desaparición? Solo nos queda esperar.