¿Realmente estamos listos para irnos a Marte?

19-06-2025
Ciencia, Tecnología e Innovación
Ojalá, República Dominicana
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La idea de abandonar este planeta y empezar de cero en otro no es nueva, pero ahora, Elon Musk dice que está más cerca que nunca. Para él, viajar a Marte no es solo un sueño futurista, sino una necesidad: la humanidad debe volverse multiplanetaria para sobrevivir y, claro, ya tiene su plan.

La obsesión con el planeta rojo viene de lejos. En los años 50 ya se hablaba de eso en novelas y revistas científicas. En 1959, la NASA lo propuso de manera formal. La Unión Soviética también tuvo sus propios planes. Luego vino Mars One, un intento privado con mucha prensa y pocos resultados que terminó en bancarrota en 2019.

Musk lleva más de dos décadas con la mirada puesta en Marte. Fundó SpaceX en 2002 con la intención de hacerlo posible. Su nave Starship —todavía en pruebas y aún sin llegar a órbita— es la gran apuesta. Si todo sale bien, la primera misión no tripulada podría lanzarse a finales de 2026. Si no, habrá que esperar dos años más, por la alineación orbital que hace más corto el viaje.

¿Y después? Robots primero, humanos después. Si se cumplen los plazos (que, siendo honestos, casi nunca se cumplen en estos proyectos), los primeros viajeros podrían llegar en 2029. Pero una cosa es llegar, y otra muy distinta quedarse. Marte no tiene atmósfera como la Tierra, ni las condiciones mínimas para sostener la vida humana sin asistencia extrema.

A pesar de todo esto, Musk insiste. Y lo respalda un sector político que ya ha sugerido asignar miles de millones para impulsar el plan.

La gran pregunta es: ¿de verdad queremos irnos? ¿Queremos huir a otro planeta antes de arreglar lo que hemos roto aquí? La fascinación por Marte revela tanto nuestra ambición como nuestras carencias.

Tal vez no se trata solo de si podemos irnos, sino de por qué queremos hacerlo.