Peleas sin sentido
¿De qué sirve pelear? La respuesta dependerá de a quien se pregunte, pero en el fondo yace una cuestión tan básica como primitiva: el deseo de medir fuerzas y establecer una supremacía.
Las peleas, por razones que no vienen al caso, forman hoy parte del mundo deportivo, escenificándose campeonatos y encuentros donde, sin importar nacionalidad, peso, condición física o modalidad, el objetivo es coronar a un campeón que pasa a ser la máxima representación de fuerza y poderío en ese momento.
Hay muchas formas de pelear y establecer una supremacía, no siempre involucrando la brutalidad de un enfrentamiento físico, pues también estas cuestiones se dan a nivel intelectual y no tan intelectual, siendo un ejemplo de estos último el famoso intercambio de insultos que se da en cada escenario imaginable.
¿Qué hacemos hablando de peleas y enfrentamientos en un espacio normalmente dedicado a la tecnología? Para sorpresa de nadie, todo esto se resume en un solo nombre: Elon Musk.
Sea por una cuestión de ego o por un instinto realmente primitivo, el señor Musk lleva desde finales de junio retando a Mark Zuckerberg, el fundador y CEO de Meta, a una pelea física dentro de una jaula.
Coincidencia o no, la famosa pelea con la que viene amagando Musk surgió cuando salieron los reportes de que Zuckerberg y Meta estarían desarrollando un rival de Twitter y que este estaría saliendo próximamente.
Los reportes no se equivocaron y, efectivamente, el rival/sustituto de Twitter salió en 5 de julio. Por supuesto, hablamos de Threads, una plataforma que, pese a irrumpir con fuerza, ahora mismo parece estar estancada y camino al olvido.
De vuelta a Musk y la cacareada pelea contra Zuckerberg, toda clase de amagues y propuestas han salido de la prodigiosa mente de Musk, materializándose cada idea y pensamiento en X, la plataforma anteriormente conocida como Twitter, porque vaya si el amigo tiene los dedos rápidos.
Entre los amagues y las propuestas se ha visto el dato de que Musk pesaría 300 libras y, por ese lado, tendría las de ganar. Dentro de su locura, y aquí es necesario mencionar el ego una vez más, llegó a insinuar que la pelea se haría en el Coliseo de Roma, un lugar tan histórico como emblemático de Italia.
Como el afán de grandeza no descansa, Musk dijo que esta pelea respetaría la historia y cultura italiana, que sería a beneficio de veteranos (no dijo cuales) y que se estaría pasando en vivo por X.
Entre Musk y Zuckerberg, sorprendentemente, Zuckerberg parece ser el más serio y el más lógico y controlado de los dos y es así como este otro personaje, demostrando madurez y aplomo, le ha puesto un pare a los mareos de Musk.
Según Zuckerberg, Musk no fija fecha, y esto indica que nunca ha sido en serio el reto a pelear, por tanto, ha decidido seguir su camino y concentrarse en otras personas que se toman las cosas más en serio.
Si Musk pretendía establecer una supremacía con su famosa pelea, acaba de perder legal.
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