Si uno se siente amenazado, construye todas las defensas que puede para repeler un ataque. Es un instinto animal muy útil para conseguir no ser devorado por un depredador que te quiere comer para desayunar. Cada especie tiene sus artimañas, y los seres marinos no se quedan cortos en armas defensivas. Y de ellos habla Evelyn Seguro en ¡Qué animal!

Electricidad en estado puro

La tremielga y otras rayas de la familia de los torpedos son animales que pasan gran parte del día camuflados bajo la arena. Su actividad es nocturna, y es que prefieren la noche para salir a cazar a sus presas. La herramienta estrella para ejecutar su plan de supervivencia es la descarga eléctrica, a la que recurren, tanto como defensa ante sus depredadores, como para aturdir a sus presas.

Todos somos eléctricos de un modo u otro, solo que estas rayas han potenciado esta característica con unos órganos especializados. Lo interesante es que ellas deciden cuándo lo emplean. Pueden generar varias descargas seguidas, pero van perdiendo fuerza, como unas baterías que se agotan.

Un arma muy dentada

Si juntas una sierra con una raya tenemos un pez sierra que, como nos podemos imaginar por su nombre, lo que le caracteriza es su largo rostro con unos 17 dientes en forma de sierra. La utiliza a modo de defensa de grandes depredadores, como otros tiburones o cocodrilos de agua salada. También la emplea como detector de animales enterrados y como rastrillo para destaparlos y comerlos.