OpenAI, la nueva novela de Elon Musk
Hay gente que si no se dedica a la controversia no está contenta, y ese parece ser el caso de Elon Musk, el personaje que protagonizó una de las más dilatadas novelas en el ámbito tecnológico con la compra de Twitter.
Dos años de drama parecen no bastarle al señor Musk, y es así como, después del fiasco Twitter, protagonizó una escaramuza con Mark Zuckerberg, el dueño de Meta, y ahora le entra con todo a OpenAI.
Con presencia casi continua en prensa y redes desde finales de 2022, OpenAI es un nombre conocido tanto dentro como fuera del ámbito tecnológico, posicionándose desde la salida al mercado de ChatGPT como el líder en cuestiones de inteligencia artificial generativa.
¿Qué tiene Elon Musk, quien ha criticado estos avances de manera contundente, con OpenAI? ¿Por qué ataca a esta compañía, la cual ha demandado, quizás para sorpresa de nadie?
La respuesta es tan compleja y enredada como el propio personaje que inspira este escrito.
Resulta que, años atrás, Elon Musk fue uno de los fundadores de OpenAI. Era diciembre de 2015 cuando un grupo de visionarios se propuso crear una entidad dedicada al desarrollo y avance de una inteligencia artificial general con el objetivo de ayudar a la humanidad.
Inicialmente, OpenAI no fue creada con afán de lucro, pero pronto se hizo evidente que ese desarrollo no sería posible sin contar con una estructura de ese tipo, pues esta es la clase de avance que requiere de muchos recursos para materializarse y dejar frutos visibles.
Fue así como Musk, quien había previsto la necesidad de mucho dinero para avanzar los objetivos de OpenAI, propuso la creación de una estructura comercial en 2017.
En 2018, cuando no logró imponerse para tener el control de esa estructura o convertir a OpenAI en parte de Tesla, Musk decidió abandonar de manera un tanto ruda, augurando el fracaso de todo el proyecto y prometiendo hacerle sombra.
Años después, cuando es evidente que el pronóstico falló, Musk viene y demanda por supuesto incumplimiento de contrato, acusando a OpenAI de abrazar el afán de lucro por encima de su misión inicial.
Como se trata de una historia totalmente amañada, acomodada a los intereses de Musk, los de OpenAI no solo han desmentido todo -con abundancia de evidencia-, sino que se han burlado abiertamente.
Todo indica que Musk simplemente está dolido y quiere un pedazo del pastel, pedazo que no le toca en vista de la historia aquí contada.
¿Quién entiende? Lo más preocupante es el sitial que ocupa este personaje como uno de los grandes visionarios del mundo.
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