Nobel de Química para los creadores de la técnica molecular que ha mejorado los fármacos contra el cáncer

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Los científicos Carolyn Bertozzi, Morten Meldal y K. Barry Sharpless son los ganadores del Premio Nobel de Química por el «desarrollo de la química del clic y la química bioortogonal», una herramienta «ingeniosa» para la construcción de moléculas que ha permitido mejorar los fármacos contra el cáncer, ha anunciado este miércoles la Academia Sueca de Ciencias en Estocolmo.

El trabajo de los premiados de este año «amplía las fronteras (de la química) y tiene un gran impacto en la ciencia y en la sociedad». «La química de clic se utiliza en el desarrollo de productos farmacéuticos, para mapear el ADN y crear materiales que sean más adecuados para su propósito. Usando reacciones bioortogonales, los investigadores han mejorado la orientación de los productos farmacéuticos contra el cáncer», precisa el organismo sueco, que destaca que «la química del clic y las reacciones bioortogonales han llevado a la química a la era del funcionalismo».

En el caso concreto de la estadounidense Bertozzi, destaca que esta científica «ha llevado la química del clic a una nueva dimensión y comenzó a utilizarla en organismos vivos. Sus reacciones bioortogonales tienen lugar sin alterar la química normal de la célula».

La academia sueca recuerda que «durante mucho tiempo, los químicos se han visto impulsados por el deseo de construir moléculas cada vez más complicadas. En la investigación farmacéutica, esto a menudo ha involucrado la recreación artificial de moléculas naturales con propiedades medicinales». Así, ha dado lugar a «muchas construcciones moleculares admirables que generalmente consumen mucho tiempo y son muy caras de producir», agrega la academia en el comunicado publicado al dar a conocer los nombres de los galardonados.

Segundo Nobel para Sharpless

El también estadounidense Sharpless, quien recibe su segundo Premio Nobel de Química, comenzó «a hacer rodar la pelota», ha estimado gráficamente la Academia al recordar que en torno al año acuñó el concepto de química clic, que es una forma de química simple y confiable, donde las reacciones ocurren rápidamente y se evitan subproductos no deseados.

Poco después, Sharpless y el científico danés Meldal, independientemente el uno del otro, presentaron lo que ahora es la joya de la corona de la química del clic: la cicloadición de azida-alquino catalizada por cobre. «Esta es una reacción química elegante y eficiente que ahora es de uso generalizado. Entre muchos otros usos, se utiliza en el desarrollo de productos farmacéuticos, para mapear el ADN y crear materiales que sean más adecuados para su propósito», explica la Academia.

Bertozzi ha llevado la química de clic a un nuevo nivel. Para mapear biomoléculas importantes pero esquivas en la superficie de las células (glicanos), desarrolló reacciones de clic que funcionan dentro de los organismos vivos. Sus reacciones bioortogonales tienen lugar sin alterar la química normal de la célula, explican los responsables de la institución.

«El Premio de Química de este año trata de no complicar demasiado las cosas, sino de trabajar con lo fácil y sencillo. Las moléculas funcionales se pueden construir incluso siguiendo una ruta directa», ha manifestado por su parte Johan Åqvist, presidente del Comité Nobel de Química.

Este premio es el último entre los galardones científicos de la ronda de los Nobel, tras haberse revelado el lunes el de Medicina y, un día después, el de Física. Los anuncios continuarán el jueves con el de Literatura, el viernes se conocerá el de la Paz y el lunes próximo el de Economía.

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