Los pinares pueden hacer llover
Uno de los mejores olores del mundo es el de un bosque de pinos en un caluroso día de verano, pero ¿sabías que ese olor en realidad puede cambiar el clima…?
A los árboles les encanta esta luz solar porque les permite hacer la fotosíntesis, pero solo pueden hacerlo cuando tienen suficiente agua, y a medida que aumentan las temperaturas y los suelos se secan, no solo aumenta el riesgo de incendios forestales, sino que la capacidad de estos árboles para hacer la fotosíntesis comienza a disminuir, menguar. Al sentir la sequía inminente, estos árboles comienzan a liberar diferentes terpenos, que son moléculas muy comunes en el mundo de las plantas que crean un olor muy distintivo; piense en el olor de las naranjas frescas o la lavanda, por ejemplo.
Las plantas usan diferentes terpenos para diferentes cosas, a veces para disuadir plagas, a veces para atraer polinizadores o indicar que su fruta está madura y buena para comer, pero en el caso de estos pinos, el objetivo de estos terpenos es crear lluvia.
El más abundante de estos terpenos es el alfa-pineno, que comúnmente proviene de los pinos, y cuando estas diminutas y ligeras moléculas de alfa-pineno ascienden a la atmósfera, se adhieren a las moléculas de ozono (O3), lo que hace que se adhieran incluso a moléculas más pesadas como el agua evaporada, formando la base de aerosol de una futura gota de lluvia.
En otras palabras, este encantador aroma de estos pinos ayuda a condensar el agua evaporada para formar nubes que lloverán sobre este bosque, proporcionando a los árboles la humedad que necesitan para continuar con la fotosíntesis y al mismo tiempo reducir el riesgo de incendios forestales. Es una característica bastante increíble que ha evolucionado durante milenios en estos bosques cálidos para ayudarlos a sobrevivir, sin embargo, solo funciona cuando hay extensiones lo suficientemente grandes de bosque maduro intacto para liberar cantidades significativas de estos terpenos para tener un efecto en la atmósfera. y la tala de bosques reduce la dispersión del dosel, lo que hace que este fenómeno sea menos efectivo, lo que aumenta la desertificación y el riesgo de incendios forestales.
En un clima cambiante, ¡probablemente sea mejor mantener nuestros bosques intactos y estos buenos olores alrededor!
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