La tecnología puede ser increíblemente útil, pero hay veces en que esa utilidad se convierte en un problema, con consecuencias a veces insospechadas.

Desde hace algún tiempo los rastreadores para ubicar llaves, billeteras y otras pertenencias que solemos extraviar con facilidad se han puesto de moda.

Estos dispositivos, usualmente del tamaño de una moneda, son efectivos para evitar que pongamos la casa patas arriba buscando lo ya señalado en el párrafo anterior. De igual forma, nos ahorran tiempo y nos evitan un severo caso de ansiedad, sensación que suele ir en aumento cuando no encontramos aquello que buscamos.

Con el paso del tiempo, los rastreadores de este tipo se han hecho más potentes y efectivos, sobre todo después de que compañías como Samsung y Apple incursionaran en este tipo de ofrecimientos.

La oferta de Apple, llamada AirTag, se considera una de las más efectivas en rastreo de pertenencias, pero esa efectividad podría revertirse en contra del usuario.

¿Cómo así? Al poco tiempo de que los AirTags fueran introducidos, un periodista del Washington Post advirtió que estos dispositivos podrían aprovecharse para dar seguimiento y rastrear potenciales víctimas. Basta con colocar uno de estos en una cartera, mochila o bolso para lograr ese objetivo.

Si bien Apple tomó medidas en su momento, los AirTags siguen siendo un potencial problema, pues ahora resulta que se están usando para rastrear vehículos de lujo para su posterior robo, según advierte la policía regional de York, Canadá.

Los AirTags son un ejemplo de tecnología bien intencionada a la que se le saca provecho malsano a través de un uso indebido de la misma. Mucho ojo con cualquier cosa que tenga la posibilidad de rastrear o de dar información de ubicación en tiempo real.