Desde la noche del domingo, y hasta bien entrado el lunes, un solo tema dominaba las conversaciones en redes sociales y grupos de mensajería: la bofetada que le dio Will Smith a Chris Rock en plena entrega de los premios Oscar por este haber hecho un chiste en referencia al estilo de peinado de la esposa del primero. 

Tan chocante fue el momento que las especulaciones no se han hecho esperar. Hay quienes dicen que se trató de una rutina preparada como parte del espectáculo, otros aseguran que el momento fue genuino. No faltan quienes se definen a favor o en contra de uno u otro ni tampoco los comentarios moralistas y de análisis de la situación. 

En redes sociales, ningún lugar como Twitter para determinar el nivel de compenetración de la gente en temas que, al final del día, aportan nada o casi nada, pero que son igualmente imperdibles. 

Según la revista de espectáculos Variety, esa bofetada llevó a la edición 2022 de los premios Oscar al primer lugar en interacciones en Twitter en lo que respecta a programas de televisión estadounidense para la semana del 21 al 27 de marzo, registrándose 5 millones de menciones, 954 mil respuestas, 4 millones de retuits y 28 millones de me gusta.

Los memes, los análisis, las especulaciones y las reacciones a favor y en contra de los protagonistas del incidente probablemente sigan retumbando por los próximos días, y en lo que las cosas retoman su rumbo, algunas conclusiones al respecto.

• Twitter ha demostrado, una vez más, su relevancia como la mejor red social para dar seguimiento a acontecimientos en tiempo real.

• La bofetada ha reavivado el interés por los premios Oscar, que en ediciones recientes ha registrado muy bajo desempeño por factores que van desde ideologías progresistas y política hasta el impacto de la pandemia por COVID-19.

• El tema de lo políticamente correcto y la validez o pertinencia de ciertos chistes y bromas en esta época “woke” también se ha reavivado.

• Temas de interés mundial, como el conflicto Rusia-Ucrania, fueron momentáneamente desplazados por un tema que, a simple vista, no tiene gran importancia. 

Las redes sociales son un reflejo de la naturaleza humana, y este incidente tan solo reafirma esta realidad. 

Aquí no hubo la necesidad de ajustar algoritmos o meter el tema subrepticiamente para generar el nivel de respuesta observado, y eso tan solo significa que esas prácticas, quizás, deban ser revisadas para ver si las redes retoman un rumbo más sano.