La semana pasada, cuando quizás ya se había perdido la esperanza, Elon Musk sorprendió a medio mundo con el anuncio de que, por fin, había encontrado su reemplazo como CEO de Twitter.

La persona elegida, pautada a tomar el mando en las próximas semanas, es Linda Yaccarino, quien hasta hace unos pocos días se desempañaba como jefa de anuncios de publicidad en NBCUniversal. 

Yaccarino, por supuesto, ya renunció de NBCUniversal, y dada la situación precaria y caótica que impera en Twitter desde la llegada de Musk, es un hecho que hay grandes expectativas sobre lo que podría significar su llegada a esta plataforma. 

Por su vasta experiencia en el tema de anuncios a modo de fuente de ingresos, la llegada de Yaccarino a Twitter es vista como una buena señal, aun si a los de la extrema derecha les preocupa que la nueva CEO pudiera hacer el esfuerzo por llevar las cosas a un terreno más neutro. 

¿Será suficiente para Twitter el cambio de CEO? Como están las cosas, y en base a lo que comenta el propio Musk en sus tuits, es muy difícil que las cosas vuelvan a la normalidad en esa plataforma, o que esta sobreviva en el tiempo. 

El primer indicio de que Twitter jamás volverá a ser Twitter es que Musk tiene planes de convertir esto en “X”, una plataforma para “todo”.

En el mundo Musk, según se ha estado analizando durante algunos meses, una plataforma para “todo” sería llevar Twitter al equivalente de WeChat, una plataforma china que, en efecto, se usa para todo: para comunicación, para consumo de noticias, para compras, para citas médicas y hasta para pagar multas. Es evidente que con o sin Yaccarino, Twitter eventualmente dejará de existir para dar paso a la visión de Musk. Si esto es bueno o malo, solo el tiempo lo dirá