Desarrolla el Poli nanopartícula que reduce la contaminación pirotécnica

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Ciudad de México. Un grupo de especialistas del Centro de Innovación e Investigación Tecnológica (CIITEC), del Instituto Politécnico Nacional, desarrolla una nanopartícula que, añadida a la pólvora, puede reducir los contaminantes que producen los juegos pirotécnicos y al mismo tiempo hacer más eficiente su producción de luz.

En entrevista con La Jornada, Antonieta García Murillo y Felipe de Jesús Carrillo Romo, investigadores del CIITEC, explicaron que la iniciativa surgió por el interés de su colega Alan Casas Mendoza –originario de Tultepec, estado de México– en desarrollar métodos más seguros y eficientes para almacenar y trabajar la pólvora que usa en la pirotecnia.

En Tultepec habitan unas 120 mil familias, de las cuales 70 por ciento tienen a la pirotecnia como actividad principal; no obstante, hay preocupación por la gran cantidad de accidentes que ocurren, ya que la mayoría trabaja en talleres clandestinos, donde no tienen los cuidados ni los conocimientos para llevar a cabo esta actividad de forma segura, lamentó García.

Luego de destacar que México ocupa el cuarto lugar mundial en elaboración de fuegos artificiales, la especialista indicó que la investigación –producto de la tesis doctoral de Casas Mendoza– sentó las bases para la creación de una nanopartícula que modifica las propiedades mecánicas, eléctricas y ópticas de la estructura de la pólvora.

Dicho aditivo, que se obtiene mezclando compuestos, entre ellos la glicerina de uso común en la industria de los alimentos y los fármacos, interactúa con los oxidantes que tiene la pólvora tradicional para reducir la piezoelectricidad de dicho explosivo, es decir, su capacidad de activarse al ser sometido a presión. Con ello, se podrían reducir los estallidos accidentales.

Además de lo anterior, añadió Carrillo, la nanopartícula podría ayudar a que al momento de encender los juegos, se aproveche en su totalidad el material combustible, en vez deperder esa energía en la emisión de contaminantes como el bióxido de carbono y los óxidos nitrosos. De esta manera, los llamados cuetes podrían quemarse de manera menos sucia y con mayor efectividad en términos de producción de luz.

El investigador estimó que están a un par de años de terminar con el desarrollo de este compuesto, pero advirtió “no debemos esperar un ‘producto milagro’”, pues el manejo adecuado de la pólvora debe asegurarse también mediante aspectos de respeto a la normatividad y de educación.

Un reto adicional, añadió García, es que la inclusión del aditivo en la pólvora podría generar un aumento de costo de 16 por ciento en la elaboración de los fuegos artificiales, el cual tendría que ser asumido por los productores.

En tanto, sobre los obstáculos que enfrentan muchos de estos desarrollos científicos para llegar a la práctica diaria, Carrillo consideró que en México hacen falta oficinas de análisis de las diferentes investigaciones que se hacen en las universidades, para detectar las que tengan potencial de ser patentadas, y vincularlas de inmediato con la industria.

Hace falta mayor difusión de estos temas, porque muchos ignoran totalmente lo que estamos haciendo. Mucha gente nos ve todavía como un Frankenstein, a pesar de que podemos ser la solución a muchos problemas, subrayó.