Los relieves monumentales del yacimiento de los Camellos, en el norte de Arabia, son únicos: tres espolones rocosos están decorados con tallas naturalistas de tamaño natural de camellos y équidos. En total, se han identificado 21 relieves.

Basándose en las similitudes con las obras de arte encontradas en Petra (Jordania), el yacimiento rocoso se fechó inicialmente en el periodo nabateo, hace 2.000 años. Tras esta propuesta preliminar, un nuevo programa de investigación dirigido por investigadores del Ministerio de Cultura saudí, el Instituto Max Planck para la Ciencia de la Historia de la Humanidad, el CNRS y la Universidad Rey Saud utiliza una serie de métodos de datación de vanguardia para establecer una edad mucho más antigua para el yacimiento, haciendo retroceder su creación inicial al Neolítico.

El arte rupestre es muy difícil de datar, sobre todo en el yacimiento de los Camellos, donde la erosión ha dañado mucho los relieves tridimensionales. Para establecer la edad del yacimiento, el equipo utilizó una serie de métodos científicos, como el análisis de las marcas de las herramientas, la evaluación de los patrones de erosión y meteorización, la espectrometría de fluorescencia de rayos X portátil (pXRF) para medir la densidad del barniz de la roca y la datación por luminiscencia de los fragmentos caídos. Además, las excavaciones de prueba identificaron un conjunto lítico homogéneo, así como restos de fauna, que pudieron ser datados por radiocarbono.

En conjunto, los datos indican que las esculturas fueron realizadas con herramientas de piedra durante el sexto milenio a.C. En esta época, el paisaje regional era un pastizal tipo sabana salpicado de lagos y árboles en el que los grupos de pastores criaban ganado vacuno, ovino y caprino. Los camellos y équidos salvajes también vagaban por la zona y fueron cazados durante milenios.

Ahora podemos relacionar el yacimiento de los Camellos con un periodo de la prehistoria en el que las poblaciones pastoriles del norte de Arabia crearon arte rupestre y construyeron grandes estructuras de piedra llamadas mustatil, afirman los autores. El yacimiento de los Camellos forma parte, por tanto, de un patrón de actividad más amplio en el que los grupos se reunían con frecuencia para establecer y marcar lugares simbólicos.

El cantero del equipo estima que cada relieve habría llevado entre 10 y 15 días de tallado, durante los cuales las herramientas de piedra utilizadas para tallar la forma 3D y pulir la superficie habrían tenido que ser reafiladas y sustituidas con frecuencia. Teniendo en cuenta que el cuarzo en bruto utilizado para fabricar las herramientas procedía de al menos 15 kilómetros de distancia y que el tallado de los relieves habría requerido primero la construcción de una plataforma de trabajo o aparejo, los investigadores creen que las impresionantes esculturas del yacimiento fueron probablemente un esfuerzo comunal, quizá parte de una reunión anual de un grupo neolítico.

Los relieves forman parte de una tradición más amplia de arte rupestre en la región que representaba animales de tamaño natural, aunque la destreza requerida para la creación de altorelieves es exclusiva del yacimiento de los Camellos. El aumento de peso y las referencias a la época de apareamiento en los relieves de los camellos sugieren que pueden estar relacionados simbólicamente con el ciclo anual de las estaciones húmedas y secas al que están vinculados estos cambios biológicos.

Las reconstrucciones de los procesos de tallado y meteorización en el yacimiento sugieren que éste estuvo en uso durante un largo periodo, durante el cual se volvieron a grabar y a dar forma a los paneles. A finales del sexto milenio a.C., la mayoría de los relieves, si no todos, habían sido tallados, lo que los convierte en los relieves a gran escala más antiguos que se conocen en el mundo.

Las comunidades neolíticas volvieron repetidamente al Yacimiento de los Camellos, lo que significa que su simbolismo y función se mantuvieron durante muchas generaciones, afirma la autora principal, la Dra. Maria Guagnin. La preservación de este yacimiento es ahora clave, al igual que las futuras investigaciones en la región para identificar si pudieron existir otros yacimientos de este tipo. El tiempo se agota en la preservación del yacimiento y en la potencial identificación de otros, ya que los daños aumentarán y más relieves se perderán por la erosión con cada año que pase.