Las personas que comen alimentos ecológicos regularmente podrían tener hasta un 25% menos de probabilidades de padecer cáncer, según un amplio estudio que siguió a casi 70,000 adultos franceses durante siete años.

La investigación fue publicada en la prestigiosa revista Journal of the American Medical Association (JAMA) y sus autores sospechan que, los residuos de pesticidas que se encuentran en los alimentos convencionales son los responsables de esta diferencia, aunque advierten que se necesitarán más estudios antes de sacar conclusiones firmes.

Los investigadores preguntaron a los participantes si comían alimentos ecológicos con frecuencia, ocasionalmente o nunca. A lo largo de los años fueron registrando la aparición de 1340 casos de cáncer entre los voluntarios, que habían sido subdivididos según los hábitos alimentarios. Los consumidores de alimentos ecológicos se vieron notablemente menos afectados por el linfoma (-76%) y por el cáncer de mama posmenopáusico (-34%).

Un estilo de vida sano

En general las personas que tienen hábitos saludables no solo comen alimentos ecológicos, sino que también hacen algún tipo de ejercicio de forma regular. Además, suelen ser proclives a alejarse del tabaco, las drogas y el alcohol y evitan comer comida basura, por lo que ‘a priori’ era imposible asegurar que la merma en la cantidad de casos de cáncer, no se debiese a una conjunción de más factores.

Lo importante de este estudio es que los científicos tuvieron en cuenta una gran cantidad de variables, con el fin de valorar diferentes sesgos, como el origen sociodemográfico, los antecedentes familiares, la dieta y/o el estilo de vida de los participantes y según una de las científicas, la investigadora Julia Baudry, estos factores no influyeron en los resultados.

Resultados y contradicciones

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Pocos estudios de esta magnitud han investigado los vínculos que existen entre los alimentos ecológicos y el cáncer. En el Reino Unido se realizó otro basado en el análisis del comportamiento y el estilo de vida de 632 000 mujeres y no en él no se hallaron diferencias significativas que afectasen a las tasas generales de cáncer.

Las consumidoras de alimentos ecológicos británicas daban cifras contradictorias al trabajo francés, en cuanto al cáncer de mama, pero también es cierto que los dos estudios se hicieron utilizando metodologías diferentes, lo que complica la comparación de los resultados finales de ambos.

En el estudio británico sí se confirmó que los consumidores de alimentos ecológicos tenían un 21% menos de probabilidades de padecer linfoma no Hodgkin, una la forma de cáncer para la que los investigadores franceses también han observado una diferencia muy importante en la incidencia de este mal, entre los consumidores de alimentos ecológicos y convencionales.

Los científicos franceses han destacado que los linfomas no Hodgkin están sobrerrepresentados entre los agricultores, que manejan agroquímicos y pesticidas. Además, se ha confirmado que las analíticas de orina de los consumidores de alimentos ecológicos tienen menos residuos de ciertos pesticidas, que la de los que no los consumen habitualmente.

Frutas y verduras ecológicas

Tanto los investigadores franceses como los británicos han concluido que, hace falta seguir investigando sobre este tema, pero que hay fundadas esperanzas en que los alimentos ecológicos no solo sean genéricamente mejores para la salud, sino que podrían ser significativos a la hora de reducir la incidencia de ciertos casos de cáncer.

Sin dudas queda muy claro que el consumo de frutas y verduras junto con un estilo de vida saludable, la práctica de algún ejercicio y la prevención de enfermedades (especialmente si hay antecedentes familiares) debe ser el objetivo de cualquier persona. Pero si además se eligen alimentos ecológicos, posiblemente se está tomando una sabia decisión.