Irene Vallejo| Junco, narcos y cascos
La presencia de Irene Vallejo en el país permitió una pausa, un respiro. Luego de una intensa jornada que incluyó el Centro León y la ceremonia para recibir el Doctorado Honoris Causa otorgado por la Universidad APEC, escucharla ha sido un privilegio para la cantidad de lectores que tiene en el país.
La tribu conocedora de “El Infinito en un Junco” fue convocada y faltó espacio en el auditorio del Banco Central para disfrutar, el pasado miércoles, de “El poder de la palabra contra la palabra del poder”.
El diálogo de Irene con José Mármol es de antología. El escritor fue chispa para la conversación, anduvo como equilibrista diestro entre la filosofía y la poesía, el nihilismo y la esperanza.
La actividad, regalo de la Fundación René del Risco Bermúdez y el Festival Mar de Palabras ratificó el efecto salvífico de la perseverancia, esa manera de hacer sin ruidos, con hechos contundentes que identifica a Minerva del Risco, creadora de un “Mar de palabras” que invita a navegar encima del engarce de sílabas y letras para intentar vivir de otra manera.
Después de la caída del telón el abatimiento ocupó su espacio a pesar de los intentos desde el mando para animar y convencer. Entonces la reiteración de los retruécanos justificadores de imposibles.
La intención es repartir entre todos las culpas. Sin embargo, la ristra de narco políticos solicitados por el Departamento de Justicia de los Estados Unidos hasta ahora, señala personas que pertenecen al partido oficial, detalle que en otra época hubiera estremecido los cimientos institucionales.
Otros temas, aunque no compiten con las solicitudes de EUA, permiten que el asombro asome. Vuelve el director del INTRANT con sus altisonantes declaraciones que no conjuran la frustración colectiva debido al fracaso de “RD se mueve”.
El articulado de la “Ley de Movilidad, Transporte Terrestre, Tránsito y Seguridad Vial”-63-17- descansa. Así como la basura, el derrame de desperdicios, es parte del paisaje urbano, soportar el desparpajo de los motoristas, dueños de las vías públicas es asumido como inevitable. Actúa sin consecuencias esta nueva casta de impunes.
Desconocido el efecto de “Las 143 medidas disruptivas, pero necesarias, establecidas para mitigar la cogestión del tránsito” y con el embotellamiento desesperante en calles, avenidas, túneles, elevados, el locuaz director anuncia “un paso trascendental para la seguridad vial en RD”.
Imperturbable el orgullo del fundador de País Posible, el que le permitió autoproclamarse como el más eficiente administrador de Edesur. Ahora está regocijado con la “Normativa Técnica sobre el Estándar Homologado de los Casos de Protección Personal”.
La ley 63-17 establece la obligatoriedad del uso de cascos para ciclistas, motociclistas y sus pasajeros. Faltaba la homologación para proveer calidad y salvar vidas, dice el director.
Mientras el atasco sin solución afecta la vida ciudadana acecha el éxito de la homologación. Pronto habrá noticias del resultado, parafraseando el anuncio hecho por el director de Persecución del Ministerio Público, para animar a las gradas que están ansiosas, esperando acción con el caso Senasa. Sienten inequidad en el tratamiento, lamentan el olvido del espectáculo persecutor y del sadismo procesal.
Espacio pagado
Quienes habitamos la Comunidad Ojalá sabemos que somos diferentes y nos alegra serlo.
Nuestros contenidos son útiles para comprender y mejorar la vida cotidiana. Están libres de publicidad. Los anima la curiosidad, el rigor y los financia la gente.
Únete. Participa. Haz un donativo.