Inesperado mensaje

02-12-2025
Anjá
Ojalá, República Dominicana
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El atareo fue indisimulable, los correveidiles entraban y salían de los sanctasanctórums. La contingencia exigía informar a los ex presidentes de algunos pormenores de la visita. Recibir al secretario de guerra de EUA no es frivolidad ni pertenece a la espectacularidad presente en los actos del oficialismo. En el berenjenal de la geopolítica regional el país de espectador pasó al proscenio.

El comentario de la oferta lúdica y dispendiosa hecha en La Semanal, esa que permite la calma gracias al circo y a la satisfacción fugaz de los apetitos fue interrumpido por el anuncio de la alocución del presidente del PRM. De inmediato el bisbiseo y la especulación.

La inoportuna prédica luce que fue mensaje. La Embajada debía presentar informes al secretario sobre el buen comportamiento de los gestores del Cambio atenazados por los narcopolíticos a pesar de las incautaciones mastodónticas de las sustancias prohibidas.

El presidente dijo y no dijo. Entre el adanismo y la virtud, marca irrenunciable del equipo además de atribuir a los otros el mal que les afecta tuvo un arrebato de ingenuidad digno de condescendencia. El ministro pidió “a las personas vinculadas a actividades ilícitas que se entreguen”.

Destacable la referencia a “filtros y auditorias de los partidos políticos” para evitar el respaldo a los delincuentes que su partido ni él, en su calidad de presidente, utilizó. Descuido perdonable, celebrado durante el furor electoral que les permitió obtener un poder indelegable. Sin ambages mencionó la marcha que fue catapulta para llegar a Palacio: “tu marcha no fue en vano”.

Está dolido- dice- e indignado. Amparado en la ética propia y del grupo gobernante repite: “no somos iguales”.

En la breve monserga hubo deslices solo aceptables por incautos y por los fanáticos del abinaderismo. Imputa culpabilidad a todos los partidos del sistema, olvida que hasta hoy, los asesores presidenciales, los legisladores, los funcionarios municipales, solicitados por el Departamento de Justicia de EUA pertenecen al PRM.

Hecho subrayado sin desconocer que el dinero del narcotráfico ha estado en los partidos y en otras administraciones buscando perdones proporcionales a la dádiva.

Alegar ignorancia desde la presidencia de un partido es difícil en el contexto del brutal ejercicio político. La actividad exige sumas y restas con aliados y adversarios. Permite la entrega de fardos repletos de papeletas para lograr adscripciones que permitan decretos, la compra de curules y de asientos en los Concejos de Regidores. Del mismo modo exculpa la vulneración de la autonomía de órganos electorales que sucumben a la maniobra con la ilusión de futuros ascensos o garantía de permanencia.

El candor está lejos de la actividad proselitista. Establecer la complicidad con el crimen, por omisión o acción, es el desafío.

Durante la zafra electoral el drink y el car wash se convierten en locales de partidos, ahí reciben a candidatos y aspirantes sin preguntar por propietarios ni averiguar quién compró el alcohol o financió el sancocho.

Tampoco preguntan por los dueños de avionetas y helicópteros que sirven para transporte rápido de candidatos. La inocencia quedó atrás hace mucho y la indignación no compensa la falta o la indiferencia conveniente.