Altos niveles de estrés, ansiedad, dolores musculares, intranquilidad, irritabilidad y trastorno del ánimo son algunas de las consecuencias de los congestionamientos y el desorden en el tránsito de vehículos en las principales ciudades del país.

El sociólogo Celedonio Jiménez y los psiquiatras Héctor Guerrero Heredia y César Mella analizaron este miércoles los efectos de ese problema social en la salud mental y en la conducta de los dominicanos.

Los especialistas afirmaron que urgen una solución a ese problema, que provoca que una persona dure hasta dos horas para llegar a su destino.

Resaltaron el desánimo y el miedo de salir a las calles de los conductores y de quienes usan el transporte público de pasajeros, principalmente, en las horas de mayor tránsito, para entrar y salir de los centros de estudios o de trabajo debido a los tapones.

Gran estrés social

“Los tapones de vehículos generan en un gran estrés social, como producto de la gran ansiedad que provoca no llegar o llegar tarde a un compromiso o al trabajo”, opinó Celedonio Jiménez, exdirector de la escuela de Sociología de la Universidad Autónoma de Santo Domingo (UASD).

“Los conductores y la población en general se sienten abrumados, solo con la idea de tener que tomar un vehículo para conducir por las vías públicas”, agregó el catedrático universitario.

Dijo, además, que los tapones aumentan la irritabilidad de las personas, provocando conflictos, discusiones, imprudencias y falta de cortesía entre los conductores.

“Es decir, este problema hace que se manifiesten las tendencias individualistas en los conductores de vehículos”, significó.

Jiménez se refirió, además, a las millonarias pérdidas económicas y de tiempo que ese caos provoca en la sociedad dominicana.

“Son una nota muy negativa, costosa y desgastante para nuestra sociedad”, insistió.

Desorden social

El reputado psiquiátra Héctor Guerrero Heredia, considera que ese caos en el tránsito es producto de la falta de educación de los dominicanos.

“Vivimos en la sociedad del sálvese quien pueda, del individualismo, donde todo el mundo tiene una cisterna para suplirse el agua y una planta eléctrica para suplirse de energía”, precisó.

“El tapón conjuga la informalidad, la falta de educación, la indisciplina y la falta de autoridad que priman en la sociedad dominicana”, concluyó Guerrero Heredia.

Intranquilidad

César Mella, exdecano de la Facultad de Medicina de la UASD, considera que “no hay nada más terrible que una persona pase una hora encerrado en un vehículo sin ninguna posibilidad de movimiento ni espacio para hacer sus necesidades fisiológicas”.

El psiquiatra, expresidente del Colegio Médico Dominicano (CMD), consideró que ese caos en el tránsito “está poniendo a sufrir a millones de personas todos los días”.

Dijo que urgen medidas para enfrentar esa situación y que una de ellas podría ser la aplicación de horarios rotatorios para la entrada y salida a los centros de trabajo y de estudios en las principales ciudades del país.

Un apunte

No hacen nada

El siquiatra César Mella criticó la pasividad de las autoridades para enfrentar el problema del congestionamiento del tránsito vehicular y consideró que una forma de enfrentarlo podría ser la aplicación de horarios rotatorios para la entrada y la salida a los centros de trabajo y de estudios en las principales ciudades del país.

Cuestionó, también, el aumento del parque vehicular, con la entrada masiva de vehículos cada año.