Mala conducta

18-09-2021
Transporte
Ojalá, República Dominicana
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Los buenos ciudadanos pagamos con creces los platos rotos de los ciudadanos incapaces de respetar el derecho de los demás.

Cuando visitamos un país, en las calles nos damos cuenta de su educación cívica, por la forma en que sus gentes se comportan al manejar un vehículo cualquiera.

El nuestro deja mucho que desear.

Nosotros no conocemos la decencia en las calles; una gran parte de nuestros ciudadanos desconocen el derecho de los demás, no esperan sus turnos en las filas, y producen mas caos, irrespetando el derecho de los demás. 

¿Pero que pasa con esto? Que el ciudadano que se comporta bien sufre las consecuencias, porque quienes violan sus derechos tienen el privilegio de ganar espacios, tiempo y derecho sin respetar ningún deber, sin ninguna consecuencia a sus mala conducta.

Quienes nos comportamos convenientemente, no somos capaces de exigir o protestar ante los violadores, y los primeros en fomentar esa inconducta son las autoridades, que desconocen e incluso son los primeros que se creen con el derecho de hacer lo peor. 

Los ciudadanos conscientes, valientes y disciplinados, debemos buscar la forma de expresar nuestro enojo, que podría ser dar bocinazos a quienes cometen las vulgaridades y violaciones.

Tomar fotos con sus placas y subirlas a las redes sociales, y exigir de las autoridades cumplir con su rol, porque de seguir como vamos, la decencia, el buen comportamiento, la disciplina, harán la ciudad cada vez más estresante y peligrosa.

Los partidos políticos deberían tener en su agenda la formación ciudadana.Preocuparse porque sus hombres y mujeres que alcanzan algún cargo de responsabilidad contribuyan a mejorar el ciudadano, porque, en definitiva, son los responsables de formar y mantener una democracia funcional con oportunidades para todos en iguales condiciones. Pero la ciudadanía debe contribuir, exigiendo eso, escogiendo gente con valores, motivando las buenas acciones y condenando a los inmorales. O sea, necesitamos una actitud y aptitud mas participativa. 

Exijamos a las autoridades tomar medidas ejemplares y cumplamos con las leyes y las reglas, pero también, seamos decentes y pacientes, pero no tolerantes contra los violadores y usurpadores de nuestros derechos.

Una sociedad no puede vivir condenando a los que cumplen con su deber y premiando a los que no respetan los derechos de los demás exigiendo derechos sin cumplir deberes.