Poder ciudadano / Poder de Estado

23-04-2021
¡Te lo dije!
Ojalá, República Dominicana
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Hay muchos factores para hablar de Poder de un Estado. Capacidad militar, económica, ideológica-cultural, población, territorio, capacidad tecnológica, almacenaje de información, entre otros aspectos no menos importante, los cuales facilitan y permiten que el mismo tenga capacidad de mover y readecuar fichas claves de la geopolítica mundial. Muchos autores han escrito sobre estos: Pedro Baños en su libro El Dominio Mundial; Zbigniew Brzezinski en El gran tablero mundial; Henry Kissinger en Orden Mundial; Robert Greene en las 48 leyes del Poder; entre otros.

Los hilos del Poder del Estado lo conducen una elite de la ciudadanía, llamada clase dominante, la cual define las reglas del pacto social que implica vivir en sociedad, pero donde la mayoría no es sujeta de derecho, sino objeto de éste, ya que al final el Derecho forma parte esencial del Poder del Estado.  

Por ello, cuando hablo del Poder Ciudadano, no me estoy refiriendo a esa parte que la ciudadanía que durante el transcurrir de la historia se ha convertido en clase dominante y en consecuencia tiene y controla el Poder que implica dominar y administrar el Estado.  

Cuando hablo de Poder Ciudadano, me estoy refiriendo al ciudadano empoderado socialmente, que se ha constituido en un sujeto de derecho y que cuestiona el statu quo. Estoy hablando de un ciudadano organizado y con capacidad de movilización, de cara a demandar (reclamar) sus derechos; pero cumpliendo con sus obligaciones (deberes) para con la sociedad.

Se trata del ciudadano que cumple con sus obligaciones (deberes), pero que es capaz de convertirse en un momento determinado en un irreverente, atrevido, cuestionador, cuando trasgreden sus derechos. Con la modernidad tecnológica, sobre todo en los medios de comunicación, y en la globalización que hizo del mundo una aldea, este poder se ha multiplicado y se ha hecho más efectivo y desafiante.

El Poder ciudadano, pudiéramos decir, es la capacidad que se tiene para influir e incidir en otro sobre lo que uno quiere. Esto confirma la necesidad de que el ciudadano tenga conciencia de si y de su potencial. Uno de estos poderes que el ciudadano debe de tener es el conocimiento como generador de conciencia social.

Conocer es poder. No se puede luchar por lo desconocido. Esto nos obliga a investigar, a descubrir y redescubrir y a tener respuestas a las interrogantes que la vida moderna nos presenta y las cuales nos señalan el camino por donde y hacia dónde ir.

Son de estas interrogantes, precisamente, donde históricamente ha emergido la ciencia, la filosofía, la vida misma, de cuya contraposición es el dogma, es la creencia a ciega, sin validación de ninguna especie. De eso se trata el Poder Ciudadano: De cuestionar todo y procurar respuestas hasta de las preguntas que no existen ni se han hecho.

El Poder Ciudadano tiene que ser el mayor contrapeso del Poder del Estado. Aquí reside la garantía de que nuestra Republica Dominicana sea real y efectivamente un Estado Social y Democrático de Derecho, fundada en el respeto a la dignidad humana y los derechos fundamentales, tal y como está consagrado en el artículo 7 de nuestra Constitución Política.

Solo un poder ciudadano fuerte, nos garantiza una democracia sólida, profunda y garante de nuestros derechos.

imagen: idealist.org