Las consecuencias económicas de las independencias en Iberoamérica

03-08-2022
¡Te lo dije!
Ojalá, República Dominicana
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Usualmente las independencias de la América española son presentadas de una forma maniquea, reduccionista o idealista. Pero la verdad es que las independencias son procesos de mucha complejidad que requieren de un análisis basado en los hechos históricos.

¿Por qué requieren las independencias un análisis serio y basado en los hechos?

Pues porque estos procesos tienen consecuencias que se sienten todavía al día de hoy en toda Iberoamérica, y entender el pasado es esencial para construir un mejor futuro.

Este artículo dar una idea a grandes rasgos de las consecuencias económicas de nuestras independencias. Utilizaré la deuda externa y sus intrínsecas consecuencias como herramienta principal para entender el grado de desarrollo de las jóvenes repúblicas originarias del siglo XIX y, como consecuencia de la deuda (consecuencia en sí de la independencia y por ende una consecuencia económica) el posterior desarrollo de las repúblicas.

La Deuda

Para hacer la guerra es necesario tener suministros para la tropa y, por supuesto, un ejército; y para conseguir un ejército para la guerra independentista Bolívar y San Martín se tuvieron que apoyar en los soldados que podía proveer la clase alta criolla, que no podía proveer muchos soldados. Por eso los libertadores también requirieron de soldados extranjeros, principalmente británicos, que sin duda no eran baratos. Otra razón por la cual los  dirigentes de la independencia necesitaron soldados extranjeros era que su política y retórica independentista no gozaba de gran popularidad entre las masas comunes, compuestas mayoritariamente por indígenas, mestizos y mulatos.

La independencia, en un momento determinado, solo fue deseada por la clase alta criolla.

También tuvieron que endeudarse los independentistas a nombre del Estado que se establecería y así conseguir suministros con los cuales hacer la guerra a las fuerzas realistas (compuestas por las masas comunes de los virreinatos, caciques y oficiales españoles (como Domingo De Monteverde, José De la Serna, Agustín Agualongo, Antonio Huachaca, etc.), y por supuesto tuvieron que garantizar beneficios económicos al proveedor de los suministros y el pago total de la deuda acumulada. Resultó pues, que la guerra de independencia les salió costosa a los gobiernos de los nuevos países. Esta afirmación se puede comprobar si evaluamos la deuda de las jóvenes repúblicas con la banca Inglesa.

La deuda total en 1825 (5 años después de la formación de la Gran Colombia y 4 años después de la independencia de México) entre todos los países era un poco más de 17 millones de libras esterlinas. A continuación se expone cómo estaba dividida la deuda entre los estados:

La Gran Colombia: 6.75 millones, México: 6.40 millones, Perú: 1.82 millones, Chile: 1 millón, Argentina: 1 millón, Centroamérica: 0.16 Millones, y si añadimos la deuda del imperio del Brasil de 3.2 millones, vemos que toda esta deuda era en aquel entonces el 46.6% de todas las deudas estatales en el mundo. [1] Si a estas deudas añadimos el saqueo que ocurrió de parte de las tropas extranjeras en muchas ciudades de hispanoamérica durante las guerras (por ejemplo el saqueo de parte de Lord Cochrane a la Real hacienda del Perú) [2] y sumando la política estatal del llamado libre comercio que nos ataba a Inglaterra principalmente, vemos que todas las repúblicas nacen extremadamente endeudadas y con ninguna industria nacional capaz de hacer que éstas puedan levantar cabeza.

Los gobiernos de entonces tratando de pagar la deuda infinita arrendaban enormes cantidades de tierras, vendían minas, vendían todo tipo de materias primas, etc. Toda esta deuda más el “libre comercio” que se ejercía con inglaterra a voluntad de las clases altas criollas mató toda posibilidad de una industrialización “temprana” de las repúblicas que hoy comprenden la región de Iberoamérica.

Algunas cartas y citas de los libertadores Simón Bolívar, Bernardo de O’higgins y José de San Martín  demuestran su voluntad para el “libre comercio” con Inglaterra. Vemos como los libertadores también eran susceptibles a la influencia de la clase alta criolla.

Dice Bolívar en carta a Francisco de Paula: “Yo he vendido aquí las minas por dos millones y medio de pesos, y aun creo sacar mucho más de otros arbitrios, y he indicado al gobierno del Perú que venda en Inglaterra todas sus minas, todas sus tierras y propiedades y todos los demás arbitrios del gobierno, por su deuda nacional, que no baja de veinte millones”.  [3]  El número de 20 millones que utiliza Bolívar es en pesos fuertes de la época, y la deuda expuesta anteriormente está contabilizada en libras esterlinas.

Y en 1814 afirma: “Nosotros por mucho tiempo no podemos ser otra cosa que un pueblo agricultor capaz de suministrar las materias más preciosas a los mercados de Europa”. [4]

En otra carta sostiene: “Con estos socorros pone a cubierto al resto de la América del sur, y al mismo tiempo se puede entregar al gobierno británico las provincias de Panamá y Nicaragua para que forme de estos países el centro del comercio del universo por medio de la apertura de canales, que rompiendo los diques de uno y otro mar, acerque las distancias más remotas y haga permanente el imperio de la Inglaterra sobre el comercio”.   [5] 

En carta establece O’Higgins: “El feliz éxito que ha coronado los esfuerzos de V. A. R. pr. la pacificación de la Europa correspondería sin duda a ser su intervención poderosa pr. la felicidad del nuevo Mundo y quando al alto influjo de V. A. R. debiese Chile la temperación de sus deros., quando los Buques de los súbditos de Inglaterra visiten libremte. nuestros Puertos, y quando al abrigo de una constitución liberal pueda ofrecer el oro desentrañado de las montañas de este País en cambio de la industria de sus laboriosos Vasallos, entonces, me lisonjeo, se abrirían canales que indemnizasen en parte las quiebras de la Europa, los conocimientos útiles se propagarían en estas deliciosas comarcas y los Pueblos de Chile cederían en sus transacciones políticas y comerciales lo que debiese la gratitud a los mediadores por la Independencia de la América”.  [6]

V.A.R = Vuestra alteza real

“La inglaterra que ha tenido la gloria inmortal de haber dado la paz al antiguo mundo, se cubrirá de nuevos laureles prestando igual beneficios al nuevo” [7] (Aquí San Martín se refiere a las “recientemente” culminadas guerras napoleónicas).

Es importante destacar que no hubo una sola guerra en la cual las repúblicas iberoamericanas no se endeudaran, y que no fueron sólo las guerras de independencia que generaron malestar socioeconómico y político en los restos del imperio español. Sino que hubo varias guerras más entre países hispanos y no hispanos y en todas las guerras, en mayor o menor medida, potencias extranjeras intervinieron directamente en el país hispano o financiaron a un bando u otro dependiendo de sus intereses. (ej. Guerra del pacifico, guerra de la triple alianza, guerra grancolombo-peruana, Intervención de EEUU en México, etc.) Esto aumentó la deuda de las repúblicas aún más e impidió el desarrollo industrial tan necesario en aquella época.

Concluyo este artículo sugiriendo al lector consultar el libro Madre Patria, de Marcelo GulloOmodeo,  que a mi juicio es un libro imprescindible para profundizar en el tema de este artículo y también para aprender Historia hispánica en general. De este libro tomé  ideas para este artículo y muchos de mis datos.  

Conclusión

Debemos deducir entonces que el subdesarrollo no es solo una consecuencia de la mala gestión política de hoy en día de nuestros países, o de algo difícil de cuantificar como es la corrupción. Entendamos que el subdesarrollo viene como consecuencia de nuestro rol en la división del trabajo mundial, rol que nuestros dirigentes llevan cumpliendo fielmente desde las independencias. Rol que consiste principalmente en depender del capital extranjero para financiar proyectos de desarrollo nacionales, el llamado libre comercio sin ninguna reflexión sobre lo que éste conlleva, y la exportación de materias primas.

Espero que este artículo sirva para dar una explicación levemente detallada del porqué de nuestro subdesarrollo e inspire un mejor entendimiento de nuestra Historia que ojalá desemboque en una corrección de la política errada que también caracteriza a las repúblicas iberoamericanas.  

Fuentes

[1] GulloOmodeo, Marcelo. Madre Patria, 9na edición, Cap.9 Pág.320.

[2] https://www.xn--elespaoldigital-3qb.com/quien-se-llevo-oro-america/

[3] Simón Bolívar, carta a Francisco De Paula, 1825

[4] Simón Bolívar, Gaceta de Caracas, 1814

[5] Simón Bolívar, carta a Maxwell Hypslop, 1815

[6]https://obtienearchivo.bcn.cl/obtieneimagen?id=documentos/10221.1/56018/2/255152.pdf

Carta de Bernardo O’Higgins al príncipe regente de Gran Bretaña en 1818  Pág. 40 en PDF y Pág. 42 en el texto.

[7] José de San Martín, carta al ministro de relaciones exteriores de Gran Bretaña, 1818

[8] https://www.youtube.com/watch?v=OvzyyTm-qNo&t=541s Video en el cual se pueden encontrar todas las citas de los libertadores utilizadas en el artículo.