Aún en medio de la pandemia, República Dominicana mantiene un crecimiento que le hace ser el segundo país con mejor crecimiento de América Latina, según datos de la Comisión Económica para América Latina y el Caribe (Cepal).

Ese crecimiento está proyectado en 5.5 % del Producto Interno Bruto sólo por detrás de Panamá, que es 8.2 %. Esto es importante, porque permite absorber un poco el endeudamiento del Gobierno administrado por Luis Abinader, cosa que no es sostenible en el tiempo. En el presupuesto del 2022 se contempla que el país tendrá que pagar más de 21% en intereses y comisiones de la deuda pública. El monto asciende a RD$193,105.7 millones.

Los proyectos que tiene el Estado para el 2022 serán financiados con nueva deuda. Ya ha emitido bonos soberanos.

El crecimiento del país no significa que el año 2022 será fácil, tomando en cuenta que factores como la inflación nos están desbordando los precios de la canasta familiar, que se ha convertido el algo insostenible para el dominicano de a pie.

En cuanto a aumento de inflación en América Latina, solo estamos por debajo de Venezuela, Argentina y Brasil. Nuestra inflación es 8.2 %, según fuentes del Fondo Monetario Internacional (FMI).

La pregunta es: ¿Qué va a hacer el Gobierno para resolver la situación, tomando en cuenta que la inversión en el campo cayó y se aprobaron permisos de importación en plena cosecha, teniendo los agricultores pérdidas cuantiosas?

Un tema a destacar es que la agencia de riesgo Moody’s InvestorsService, presenta varias calificaciones a los países para la inversión y usa tres estándares que son: Bajo riesgo crediticio, Riesgo de crédito moderado, Calidad de crédito cuestionable que este tercero mencionado es el que tieneRepública Dominicana (Ba3), la misma es aceptable pero es cuestionable de cara a un presupuesto que  se prevé que tendrá un alto índice de financiamiento externo, lo que no ayudará a crear empleos de calidad, por todos los factores que provocan una pequeña tormenta perfecta.

Los investigadores auguran un preocupante aumento de la inflación y muy posible una resaca de la deuda. Es por eso que no se entiende la cantidad de préstamos que hasta ahora ha tomado el Gobierno. Solo en este año 2021, el Congreso aprobó la suma US$1,669 millones.

Entre los logros presentados por el presidente Luis Abinader, destaca el aumento salarial. Menciona que se otorgó un 24.2% del salario mínimo a los trabajadores del sector privado. Aunque se anunció que los nuevos salarios serían competitivos, la realidad es que la reclasificación de las empresas hace que eso no sea tan cierto como quiso hacer creer a la opinión pública. Además, lo aumentado fue succionado por la inflación que tenemos en el país en este momento.

Finalmente, no se ha logrado la creación de empleos a la productividad que teníamos el primer trimestre del 2020 y los que se han creado no están a nivel de mejorar la vida de los más vulnerables en República Dominicana. Estamos frente a la improvisación y a la falta de criterio para prever lo que vendrá para el 2022 en nuestra nación por un Gobierno que sus interlocutores no se ponen de acuerdo y todo lo resuelven con publicidad en los medios de comunicación.

Es necesario invertir en el sistema agrícola e incentivar el emprendimiento como factores dinamizadores de la economía, así como hacer crecer la inversión pública en obras para crear dinamismo económico. Si esto no ocurre, tendremos en breve tiempo más personas en pobreza tipo 1 y 2, que sería catastrófico para un país que había logrado reducir la brecha de la pobreza.