30 años de la Conferencia Iberoamericana

18-01-2022
¡Te lo dije!
Ojalá, República Dominicana
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Dra. Ana Idalia Castellanos de Kranwinkel

Embajadora Directora de Cumbres y Foros Políticos. Ministerio de Relaciones Exteriores de la República Dominicana

No tenemos que reflexionar para saber desde cuando inician las relaciones de los países latinoamericanos con España y Portugal. Esa historia la conocemos desde nuestra educación primaria. Lo que habría que pensar es desde cuando las relaciones comenzaron a ser tan estrecha, productiva y rica, dándole relevancia y valor al acervo cultural que nos une.

La presencia activa de España en algunos mecanismos de integración y de organizaciones internacionales de la región americana, es intensa, por ejemplo, con el Sistema de Integración Centroamericana —SICA-, el Jefe de Gobierno español o, en su defecto, el canciller, sostienen reuniones con sus homólogos de los países miembros para revisar las agendas y compartir las realidades vigentes en todos los órdenes. Así mismo, España es observador de la OEA desde 1972 y Portugal desde 1975.

Y en ese orden, podemos afirmar que tanto España como Portugal han sido promotores importantes y han apoyado a los países latinos dentro de las relaciones con algunos mecanismos de integración como la Unión Europea.

Si nos detenemos a analizar este primer concepto para situarnos en el tiempo, debemos remontarnos a los eventos que influyeron en el mundo en 1991, de los que resaltaremos tres puntos importantes que cambiaron el rumbo de la política mundial: El muro de Berlín cae en 1989, uniendo a las dos Alemanias; en ese mismo año se disuelve la Unión de República Socialistas Soviéticas, y cuando creemos que a partir de ese momento comenzaríamos a construir un mundo democrático y armónico, Irak invade Kwait provocando la invasión de Estados Unidos a ese país en lo que conocimos como «Tormenta del Desierto», dando inicio a una serie de acontecimientos y enfrentamientos de diversos órdenes entre los países de occidente y los del medio oriente.

En ese mundo cambiante y convulso de 1991 se crea en Guadalajara, México, la Comunidad Iberoamericana de Naciones, reuniendo en ese momento a 19 países de América Latina y 2 de Europa, con el objetivo de «examinar en forma conjunta los grandes retos que confrontan nuestros países en un mundo de trasformación».

Como cita la Declaración de la II Cumbre de Jefes de Estado y de Gobierno de Madrid, España, celebrada en 1992: «Desde Guadalajara se han producido cambios decisivos en un panorama político sometido a una súbita aceleración histórica. El fin de la bipolaridad abre nuevas posibilidades de concertación, al acabar con la lógica de la guerra fría y alterar el sentido de los alineamientos en la Comunidad Internacional».

Sin embargo, a medida que el mundo va cambiando hacia el entendimiento y el camino hacia la democracia, nos enfrentamos a otra realidad que va más allá de lo político, y es la inequidad entre nuestros países. La misma declaración antes citada expresa que «la desaparición del frente Este-Oeste ha hecho más explícito el desnivel entre el Norte y el Sur» y es bueno agregar desigualdad también dentro de nuestros propios países, por lo que se destacan dos ejes primordiales, fomentar nuestro acervo cultural y la cooperación tanto sur-sur como norte-sur.

Durante estos 30 años la Conferencia Iberoamericana ha ido afianzándose, podríamos inclusive afirmar que ha sido uno de los mecanismos de integración regional que ha sabido ir adaptándose a los cambios en el tiempo no solo a nivel estructural, sino también de sus intereses, programas y que ha sabido redireccionar el enfoque para poder llegar e influir en la vida de los ciudadanos de los países iberoamericanos.

En ese sentido podríamos citar algunos hitos que han sido imprescindible para reforzar tanto su estructura organizacional como su dinamismo, a saber:

2002 en la XII Cumbre Iberoamericana de Jefes de Estado y de Gobierno, celebrada en Bávaro, República Dominicana, los días 15 y 16 de noviembre de 2002, de donde emana el mandato de iniciar la revisión, mejora e institucionalización de los procedimientos internos;

La declaración política de dicha Cumbre cito: «Los Jefes de Estado y de Gobierno de la Comunidad Iberoamericana, conscientes de la necesidad de mejorar los mecanismos y la institucionalización de las Cumbres para que la sociedad iberoamericana profundice más y mejor sus relaciones y aproveche sus potencialidades, proponen al Presidente de la República Federativa de Brasil, Femando Henrique Cardoso, para que, una vez concluido su mandato, presida un grupo de trabajo para reflexionar sobre medidas e iniciativas concretas que se puedan poner en marcha, junto a un grupo de colaboradores para presentar los conclusiones en la XIII Cumbre Iberoamericana que se celebrará en Bolivia el año 2003».

Este proceso de reflexión deberá perseguir dos objetivos:

-Conseguir una mayor cohesión interna en el seno de la Comunidad Iberoamericana, y,

-Conseguir que la Comunidad Iberoamericana tenga como conjunto una mayor presencia en el ámbito internacional.

Los aspectos concretos objeto de la reflexión encomendada pueden ser, entre otros los siguientes:

-Una mayor institucionalización y la creación de una Secretaria Permanente Iberoamericana; Estudio de los mecanismos y procedimientos para que la cooperación iberoamericana sea más efectiva, evitando la rigidez del actual sistema; Estudio de las peticiones de vinculación a las Cumbres Iberoamericanas de los países que las han manifestado.

-2003 XIII Cumbre Iberoamericana que tuvo lugar los días 14 y 15 de noviembre de 2003, en Santa Cruz de la Sierra, Bolivia, se crea la Secretaría General Iberoamericana (SEGIB).

De esta cumbre emanan dos documentos: un documento denominado «Convenio de Santa Cruz de la Sierra constitutivo de la Secretaría General Iberoamericana», además de los habituales documentos.

Pese a que es con el Convenio de Santa cruz que se crea la SEGIB, es en la declaración política de la XIV Cumbre Iberoamericana de San José, Costa Rica en el 2004 cuando los Jefes de Estado y de Gobierno aprueban y reconfirman la creación de la Secretaría General Iberoamericana (SEGIB).

  • 2005 XV Cumbre, celebrada en Salamanca, España, el Principado de Andorra ingresa como miembro de pleno derecho. La Comunidad llega a su número actual de 22.
  • En 2006 se aprueba la Carta Cultural Iberoamericana, por las Jefas y Jefes de Estado y de Gobierno en la XVI Cumbres de Montevideo, Uruguay.

-En la XVII Cumbre Iberoamericana realizada en El Salvador, en el 2008, se adoptó el Boletín de la Secretaría General 2008/1 mediante el cual se establecían los procedimientos para optar por ser Observador, ya sea Asociado (países) o Consultivo (Organizaciones Internacionales), según el caso. Este Boletín fue sometido a revisión aprobándose una nueva modificación en la reunión de Coordinadores Nacionales de la XXI Cumbre de Jefes de Estado y de Gobierno de Asunción, Paraguay, celebrada en octubre de 2011.

No podemos concluir sin dedicar una gran parte de este artículo a la Cooperación Iberoamericana, establecida en el programa de acción de la XVII Cumbre celebrada en Santiago de Chile en 2007, cito:

36- Autorizar a la SEGIB para que participe en las reuniones de los programas e iniciativas de Cooperación Iberoamericana.

37- Aprobar la «estrategia de cooperación en el marco de la conferencia iberoamericana», encomendando a los responsables d cooperación y a la SEGIB su implementación a partir de 2008. Dicha estrategia debe asegurar la calidad, la eficacia, el impacto, y la visibilidad de los Programas e Iniciativas Iberoamericana, la adecuada articulación y complementariedad de los Programas y de las actividades de cooperación de los organismos iberoamericanos, y el impulso a nuevas acciones de la Cooperación Iberoamericana que promuevan entre ellos la cohesión social y políticas sociales para alcanzar sociedades más inclusivas en Iberoamérica»-

38- Encomendar a la SEGIB que apoye la preparación de iniciativas de Cooperación Iberoamericana para la promoción de la Cooperación SurSur y Triangular, sobre la base del informe anual sobre esta cooperación realizado por dicha Secretaría y orientada a fortalecer los programas binacionales, sistematizar y documentar buenas prácticas y casos exitosos».

Visto todo esto, en el 2010, se establece El Programa Iberoamericano para el Fortalecimiento de la Cooperación Sur-Sur (PIFCSS) como una herramienta intergubernamental enfocada en la Cooperación Sur-Sur (CSS) y la Cooperación Triangular (CT) en Iberoamérica, haciendo énfasis en fomentar las alianzas para dar participación a otros actores.

Actualmente existen 20 Programas, 5 Iniciativas y 5 Proyectos Adscritos de cooperación en áreas prioritarias como lo declarado en la XXIV cumbre celebrada en Veracruz, México, cuando se decidió que las tres áreas de cooperación fueran: el Espacio Cultural Iberoamericano (ECI), el Espacio Iberoamericano del Conocimiento (EIC) y el Espacio Iberoamericano de Cohesión Social (EICS).

Hermosos esfuerzos se han lanzado para celebrar Iberoamérica, como la campaña «Diferentemente Iguales» que recoge lo que somos: un grupo de países muy diversos, con características geográficas, situaciones económicas y de desarrollo muy diferentes, pero iguales porque conservamos un acervo cultural grandioso y rico que nos une.

Quiero concluir con el título de la recién lanzada campaña: «Iberoamérica Avanza».