Segura Foster responde a Banco Agrícola; denuncia irregularidades en la entidad
Tras fuertes críticas hechas a la administración del Banco Agrícola, el experto agropecuario y exadministrador de esa entidad, fue mencionado en un artículo en el que la institución bancaria respondía sin presentar la documentación adecuada.
En tal sentido, Segura Foster reafirmó sus denuncias mediante una carta pública que reproducimos a continuación:
Hemos leído con detenimiento el artículo publicado por la periodista Claudia López sobre la carta recibida del Banco Agrícola de la República Dominicana, titulada «Banco Agrícola responde a acusaciones de Carlos Segura Foster sobre supuestas irregularidades».
A partir de dicho contenido, consideramos necesario puntualizar algunos aspectos que permitan a los lectores y a las autoridades monetarias observar de manera objetiva la situación actual de esta importante institución financiera.
El contenido de la carta del Banco Agrícola está lleno de afirmaciones carentes de sustento documental que podrían considerarse una respuesta adecuada a las irregularidades que hemos denunciado, todas acompañadas de pruebas verificables.
1. Préstamos a Tasa Cero: El Banco afirma que los préstamos a tasa cero forman parte de un programa bajo la normativa de la Superintendencia de Bancos, lo cual es incorrecto. Esto puede comprobarse fácilmente a través de la codificación del producto financiero utilizado para gestionar estos fondos (Código 500). Dicho producto está destinado al manejo de fondos en administración, lo que no cumple con las regulaciones de evaluación de activos. Este mecanismo ha sido utilizado para otorgar préstamos a políticos y allegados, incluidos organismos estatales. Lo más grave es que se autoasignan un ingreso del 5% sobre los montos prestados, que el Banco registra como ingresos provenientes del capital recibido, consumiendo de esta manera parte de esos fondos.
Otro aspecto preocupante es la alta tasa de morosidad en esta cartera de préstamos, otorgada más por favores políticos que por criterios técnicos a agricultores reales. Aunque algunos productores han recibido apoyo, la mayoría de los beneficiarios han sido personas con altas probabilidades de incumplimiento en los pagos, lo que se maneja de forma discrecional por parte de la alta gerencia.
2. Apoyo a la Agropecuaria: El supuesto apoyo a la agropecuaria se ha quedado en simples anuncios, mientras los desembolsos se han realizado fuera de las normas establecidas y con baja probabilidad de retorno. Ejemplos de esto incluyen los programas de financiamiento de ovejas, cocinas sin contrato para la provisión de alimentos, plantaciones de coco, y granjas de pollos, todos proyectos con altos riesgos y sin las garantías necesarias. Esto ha generado un incremento significativo en los montos vencidos y en proceso legal, aun cuando se manipulan informáticamente las cuotas vencidas para que aparezcan como vigentes.
3. Abandono de Inversiones: El Banco ha dejado de lado importantes proyectos de desarrollo agrícola en todo el país, tales como el financiamiento a productores de banano, lecherías y factorías de arroz. Estos proyectos, que se financiaban con recursos destinados al desarrollo agropecuario, han sido abandonados sin justificación.
4. Desvinculación de Empleados: Respecto a las alegaciones de desvinculaciones masivas por faltas disciplinarias, nada está más alejado de la verdad. Han sido despedidos empleados con más de 30 años de servicio, mientras otros reingresados bajo esta administración han sido desvinculados para favorecer a allegados, dejando a los salientes con altos niveles salariales de pensión. Además, esta administración ha reincorporado personal sancionado anteriormente por faltas graves, quienes continúan incurriendo en actos poco éticos, protegidos políticamente.
5. Irregularidades Administrativas:
- La creación de puestos fuera de la estructura con altos salarios para beneficiar a relacionados es una práctica frecuente, verificable en la nómina.
- La falta de publicación oportuna de las actas del directorio, algo que se realizaba de manera habitual hasta 2020.
- Los retrasos en la divulgación de auditorías externas, lo que genera opacidad en la gestión.
- El incremento injustificado de sueldos para altos funcionarios, solo visible al comparar los salarios de 2020 y 2024.
Conclusión: El Banco Agrícola de la República Dominicana está sumido en una gestión inadecuada, evidenciada por el aumento de la morosidad en su cartera y la falta de liquidez. Mientras los productores agropecuarios esperan meses para recibir sus préstamos, los altos funcionarios disfrutan de salarios y beneficios desproporcionados, reflejados en el significativo aumento de los gastos administrativos.
Esta situación no solo afecta a los agricultores que dependen del financiamiento del Banco, sino que pone en riesgo la sostenibilidad de una de las instituciones clave para el desarrollo agropecuario del país. Urge una intervención para garantizar que el Banco Agrícola vuelva a cumplir con su misión y deje de ser utilizado como herramienta de favores políticos.
Atentamente,
Carlos Segura Foster