Sector agropecuario: señales de alerta

31-01-2023
Producción Alimentaria
Ojalá, República Dominicana
Compartir:
Compartir:

En la última década de la República Dominicana el sector agropecuario ha crecido de manera sostenida, pero en los últimos dos años ha estado llamando la atención a través de algunos indicadores  a los cuales haremos referencia.

El primero que queremos destacar es la balanza comercial agropecuaria  que es el registro de las importaciones y exportaciones en los capítulos  del 1-24 de nuestro comercio internacional durante el período 2014-2022; dichas informaciones están disponibles en la DGA. Como se muestra en la siguiente gráfica.

Fuente: Elaboración propia con datos de DGA.

Lo ideal es que el país tenga una balanza agropecuaria positiva, en la que las exportaciones sean mayores a las importaciones. Además, hay que reconocer que tenemos industrias de avanzada, cuyo crecimiento ha exigido siempre altas importaciones de materias primas para su sostenibilidad. Tal es el caso de la industria avícola, porcina y el sector tabacalero, por mencionar algunas.

Desde 2014 hasta el año 2019 podemos en esta serie observar un desempeño gradual y equilibrado tanto de la exportaciones, que crecieron a razón de 78.69 millones de dólares promedio por año, como las importaciones a razón de 116.82 millones de dólares promedio, siendo el 2016 el año en que esta brecha fue más pequeña (saludable), con una diferencia de 617.37. En 2020, año de pandemia, se mantuvo un comportamiento similar.

Ahora bien, si observamos el comportamiento de las importaciones desde el 2020 hasta 2022, podemos ver un crecimiento desproporcionado de las importaciones, a razón de 1,024.5 millones de dólares promedio por cada año y las exportaciones a razón de solo 343.23 millones de dólares promedio por año.

Tomando en cuenta los datos mencionado podemos ver que en el periodo 2014-2019 el crecimiento de las exportaciones representaba el 67.36 % de el de las importaciones sin embargo del 2020 al 2022, el crecimiento de las exportaciones sólo 33.51% de las importaciones lo que evidencia la pérdida de capacidad del sector agropecuario para mantener y mejorar la relación entre las exportaciones e importaciones agropecuarias en nuestro país.

Sobre las agro importaciones

Reconociendo que hay componentes de alto consumo que  la industria local exige, como el caso del maíz y la soya de los cuales no tenemos una producción significativa para nuestra necesidades además de grasa vegetal utilizados para la alimentación de animales en sectores de avanzada de la producción pecuaria como el avícola y porcino, que dicho sea de paso el segundo está en franco deterioro como consecuencia de políticas sanitarias cuestionables de parte del Ministerio de Agricultura.

También existen importaciones de volúmenes significativos de tabaco en rama, como materia prima  necesarios para nuestra gran industria, que se utilizan en las mezclas de nuestros cigarros, agregando valor al mismo para luego ser exportado.

Aunque en el caso de estas materias primas, su importación no pueden ser sustituidas en su totalidad debido a la elevada demanda por parte de la industria tabacalera y las mezclas creadas con materia prima de diferentes orígenes y resultados positivos, el cual seguirán buscando los consumidores, no menos cierto es que se puede disminuir los valores de importación de la misma con un esfuerzo extra del gobierno para fomentar la producción y procesamiento de estas materias primas, debido a una escasez mundial en estos momentos de ese tabaco en rama de calidad, utilizados en la elaboración de los cigarros Premium.

Lo que no se justifica es que la elevación de manera abrupta de la curva de las importaciones sea a costa de la destrucción de sectores de la producción nacional que han contribuido a la seguridad alimentaria, demostrando que pueden abastecer perfectamente nuestro mercado como el de los pollos y las papas solo por mencionar algunos, y otros que han convivido con importaciones oportunas que mantienen el equilibrio entre la oferta y la demanda como el cerdo y el arroz.

Sin embargo, el siguiente cuadro nos muestra la desproporción en que las actuales autoridades han manejado el tema. Han provocado las quejas y quiebra de los productores, no solo de estos rubros sino que es un mal generalizado que está deteriorando de manera progresiva nuestro aparato productivo agropecuario.

La imagen fue tomado de la publicación de don Carlos Segura Foster “Notas sobre el proyecto de ley de cero Arancel”

Las importaciones de estos rubros solo han servido para golpear y mantener bajo amenaza a estos sectores, hecho que, además, no se ha traducido en algún beneficio para los consumidores, pues los precios de los productos se han ubicado en puntos máximos históricos en los últimos meses.

Sobre las agroexportaciones

Si bien es cierto que las agroexportaciones han mantenido un crecimiento en los últimos años, como mencionamos al inicio, y que cuando comparamos las exportaciones agropecuarias del 2022 con las del 2019, estas tienen un balance positivo de 586 millones, siendo el tabaco quien saca la cara por la exportaciones con el mayor crecimiento de 286,89 millones de dólares, no menos cierto es también debe ser motivo de estudio ver qué ha pasado con esos 10 capítulos que están en rojo en el siguiente cuadro y que han decrecido por una valor de 88,041 millones de dólares en su conjunto.

Señales que deben alertarnos y entendemos inciden en el problema:

Según el Ministerio de Agricultura, desde 2019 a la fecha se han perdido más de 42,000 empleos en sector agropecuario. En publicaciones sobre la producción, comparamos el 2019 con 2021 y de 65 productos publicados en 42 de estos la producción fue menor. En el ámbito pecuario, el 2019 comparado con 2021 ha bajado la producción de carne de res, carne de cerdo y la producción de leche.

Solo muestran aumentos la producción de huevos y pollos. Paradójicamente, este sector a nivel de mediano y pequeños productores está presentando serias dificultades económicas, en parte por la indiferencia y medidas improvisadas del gobierno para con estos, no corriendo la misma suerte que los productores a gran escala.

Son algunos de tantos números tomados de las estadísticas oficiales que dan señales de alerta a nuestro sector. Para no perder los avances y el ritmo progresivo que llevaba la agropecuaria se debe trabaja más y mejorar las políticas en pos de todos.