El presidente Luis Abinader ha sumido a los productores de huevo de nuestro país en una situación crítica y devastadora que los está llevando a tocar fondo. Esta difícil situación es el resultado de una serie de malas políticas que se han acumulado a lo largo de su gestión, entre ellas, cerrar en tres ocasiones en lo que va de año la frontera con Haití para la comercialización de los mismos.

Sin embargo, la crisis se ha vuelto exponencialmente más grave debido al último cierre ordenado el pasado 15 de septiembre.

El cierre de la frontera ha provocado que los productores de huevos dominicanos pierdan el mercado haitiano, que representa alrededor del 20% de sus ventas, lo que significaba un valor superior a los 5 millones de dólares mensuales, un monto bastante representativo que, al verse obligado a comercializarse en nuestro mercado interno, ha presionado a la baja de precios a la producción total de los más de 9 millones de huevos diarios que se produce en el país.

Ante esta realidad, el sector se ha visto obligado a vender sus huevos a muy bajos precios, en el mejor de los casos, pues muchos han tenido que retirarse forzosamente de la actividad. Actualmente los productores están perdiendo de 2 a 3 pesos por cada huevo producido.

Este es un margen de pérdida nunca antes registrado en el sector, sin embargo, el gobierno anuncia medidas salvadoras, de las cuales pequeños y medianos no pueden dar testimonio, ya que son soluciones en coordinación con unos pocos de los grandes productores y que sólo se ven a través de los medios de comunicación, dejando sabores amargos cuando de asistencia estatal se trata.

Se habla de la desaparición de cientos de productores pequeños y medianos en el país, cifra alarmante tomando en cuenta de que en 2019 había unos 750 productores y hoy se habla de que apenas quedan algo menos de 300 que tengan producción de huevo comercial, fruto de medidas desacertadas y constantes como esta, tomada en la actual gestión de gobierno.

En muchos casos, los productores han tenido que vender las gallinas ponedoras o sus granjas a un precio inferior de lo invertido, para poder cumplir compromisos económicos adquiridos por este descalabro. Esto significa que están perdiendo un patrimonio que les ha llevado años de trabajo y esfuerzo.

El cierre comercial de la frontera es un desatino del Gobierno del presidente Abinader que está teniendo un impacto devastador en el sector avícola. El cambio improvisado en las políticas de Estado, ha traído más pobreza, desempleo y profunda desesperanza a los sectores productivo.

La situación de los productores de huevo es un ejemplo más de la crisis económica que atraviesa el sector agropecuario en la República Dominicana. El Gobierno debe tomar decisiones junto a los productores, especialmente pequeños y medianos, para un apoyo justo y significativo fundamental para la seguridad alimentaria del país. Si el Gobierno no toma medidas urgentes, el sector podría colapsar en los próximos meses.

Señor Presidente, con sus políticas está arruinando el sector de huevos y otros, despojándolos de su patrimonio construido con años incluso décadas de esfuerzo. Gobernar no es un juego en el que, cuando se pierde solo, se vuelve a comenzar. Hay que cuidar nuestras estructuras productivas y medir consecuencias.