En los cultivos bajo ambiente controlado llegó el cambio

26-07-2022
Producción Alimentaria
Ojalá, República Dominicana
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La República Dominicana es una isla tropical situada en el archipiélago de las Antillas Mayores y en la parte oriental de la isla española que comparte con Haiti, ocupando las dos terceras parte de la misma. Tiene un clima con temperatura suave y abundantes lluvias, especialmente en algunas zonas y en otras temperaturas más elevadas y variables según la altura.

En los vastos valles encontramos una variada agricultura: arroz, caña, hortalizas, mango, piña, aguacate y cítricos.

Ahora bien, si nos remontamos unos 20 años atrás, nos daremos cuenta del gran aumento de invernaderos de hortalizas, debido a la financiación recibida en un 80% por el Banco Agrícola de la República Dominicana, era especialmente en San José de Ocoa y La Vega. Para el 2020, ya abarcaba todo el país. Se trata de un crecimiento de un 107% en metros.

Desde el año 2000, la República Dominicana, consciente de los problemas de la agricultura y viendo la proliferación y ventajas de los invernaderos, aprobó el primer plan de finanzas para ayudar económicamente a los agricultores, pero es en el 2002, cuando este comienza con los primeros financiamientos.

Este tipo de cultivo necesita unos controles exhaustivos de humedad, especialmente por el clima, pues la falta de control puede llevar a que en invernaderos aparezcan hongos, enfermedades y plagas.

Los principales cultivos de invernadero son: pimientos en diferentes colores, tomates de varios tipos, pepinos, lechuga hidropónica, fresas, sandías y melones.

Las hortalizas como tomate y pepino van tutoradas para que la planta pueda trepar y son muy sensibles a la humedad, la temperatura y la luz. Su control es básico para producir calidad y cantidad.

 Los datos hablan por sí solos. En el 2004, a dos años de iniciado formalmente el proyecto de invernaderos en el país había alrededor de 268,000 metros cuadrados de estas estructuras metálicas forradas o cubiertas de plásticos con una capacidad hasta el momento desconocida, de multiplicar los niveles de productividad.

Para el 2010, los datos oficiales indicaban que ya habían 4,425,880 metros cuadrados de invernaderos y para el 2020 ya eran 9,163,484 metros cuadrados, de acuerdo con estadísticas oficiales.

Entonces para la República Dominicana, la agricultura en ambiente protegido (invernaderos) es una alternativa rápida y eficiente para la producción de cultivos hortícolas, logrando rendimientos hasta tres veces superior, si lo comparamos con producción bajo campo abierto.

La producción bajo invernadero desató toda una industria desde el punto de vista de la logística y de los protagonistas involucrados, ya que fue una combinación agricultores y/o técnicos especializados (Agrónomos y otros).

Ahora bien, es bueno resaltar que al año 2022 según información recolectada al país le están casi cerrando las puertas de las exportaciones a los Estados Unidos y Europa por las tantas notificaciones y eliminaciones de contenedores por la presencia de residuos de pesticidas de uso restringidos y prohibidos y por la presencia de plagas.

Resaltamos que las exportaciones no pueden ser penalizadas con gravámenes que otros competidores no tienen, ya que eso perjudica la competitividad y el desarrollo económico del país, todo esto como consecuencia de las cancelaciones de los técnicos especializados del Departamento de Producción Bajo Ambiente Protegido (Deprobap) del Ministerio de Agricultura en Constanza, Jarabacoa, Moca, Rancho Arriba y Ocoa.

Cancelaron técnicos preparados para esa tecnología y en sus lugares nombraron técnicos sin experiencias y se los asignaron inmediatamente a los productores y en otros casos nombraron técnicos que son empleados de empresas de agroquímicos, cuyo objetivo es solo vender sus productos, aunque sean prohibidos.

Señalamos que anteriormente, cuando se realizaba el nombramiento de un nuevo técnico, éste recibía una capacitación durante un ciclo del cultivo junto al personal de experiencia.

De acuerdo con lo investigado, este departamento lo han destruido las autoridades sin importar la generación de divisas, a través de las exportaciones de pimientos, tomates, pepino, ají picante y vegetales orientales. Tampoco les importa la gran inversión que tienen los productores con apoyo del Banco Agrícola y otros bancos.

No han construido un metro de invernadero más. En las ferias realizadas a través del Banco Agrícola son más los gastos en asesores que en los beneficios recibidos.

El programa que se dejó casi iniciado para implementar el uso de los insectos benéficos no inicia,para de esta manera apoyar a los productores de vegetales bajo ambiente protegido con un manejo integrado de plagas en los invernaderos.

Hay varios productores haciendo prácticas no adecuadas que consiste en reproducir plantas con semillas F2 ( pimiento) lo que va a traer como consecuencias graves problemas en la producción de alimentos de calidad y la poca resistencia o tolerancias hacia las enfermedades; todo esto por la falta de seguimiento y el alto costo de los insumos y las semillas.

El personal técnico nombrado en su mayoría trabaja en motores de la misma compañía de la cual ellos también son empleados y otros lo han comprado con recursos personales, porque el Ministerio no los ha dotados del transporte. Incluso, se llevaron varias motocicletas a la sede del Ministerio de Agricultura para repararlas, hace casi un año y no las han vuelto.

Me despido recordándole al ministro de Agricultura, Limber Cruz López, que hace casi dos años manifestó que el Gobierno tiene programado para este cuatrienio la instalación de siete millones de metros cuadrados de invernaderos y hasta la fecha no hemos visto el primer royo de plástico, ni un tornillo, así que Dios nos ampare en este tiempo de crisis.

Lic. Ambioris Estévez
Máster en alta gerencia y técnico agrícola. Sub-gerente de negocios pensionado del Banco Agrícola.

Información recopilada del Ministerio de Agricultura, entrevista personales y otras publicaciones.