Cigarro dominicano: décadas de crecimiento sostenido
La industria tabacalera representa para la República Dominicana parte esencial de su cultura y sus tradiciones, siendo -además- uno de los sub-sectores más importantes para el desarrollo de la economía nacional.
El mismo ha logrado de manera exitosa una adecuada articulación entre todos los actores de esta importante actividad, lo que ha permitido que el país tenga una industria robusta en cuanto a las exportaciones de este rubro, superando los 1,200 millones de dólares al año.
Dentro del sub-sector tenemos el cigarro dominicano producto que se ha convertido en marca país, que posiciona a la República Dominicana como líder a nivel mundial en las exportaciones del mismo por más de dos décadas. Muestra así un crecimiento en términos de valor de manera sostenida.
El comportamiento de las exportaciones de cigarros en los últimos 40 años bajo el esquema actual de la industria, incentivado por las facilidades para la inversión y producción desde de la creación de la primera ley de zona franca en 1969, ha marcado las pautas para lograr lo antes mencionado.
Dicho en valores, podemos señalar que durante el periodo 1979-2010 tuvimos ritmos de crecimientos superiores al 12% de la tasa anual de crecimiento acumulada, al pasar de US$ 9.8 millones en 1979 a US$356.7 millones en 2010.
En este período, la mayor variación se presenta en el año de 1996-1997, cuando pasó de US$80.6 millones a US$243.7 millones, respectivamente, debido a un acontecimiento que fue denominado “Boom del Cigarro” hecho ocurrido entre el año 1994-1999.
Del 2010 al 2020, el cigarro pasó de US$356.7 a US$787.6 millones, al crecer más de un 120% en tan solo 10 años manteniendo el liderazgo a nivel mundial en las exportaciones, debido al auge que fue tomando el cigarro hecho a máquina y gracias a una industria de avanzada que promueve sus marcas y las bondades de nuestro tabaco de una manera extraordinaria, lo cual nos sitúa como referente mundial a nivel de festivales y eventos de cigarros.
Cabe destacar políticas públicas bien llevadas desde el Estado, como el apoyo sostenido las grandes empresas, además, se hizo lo propio en favor de pequeños y medianos productores con preparación de tierras, financiamientos de túneles a fin de mejorar la calidad de las plantas y casas de curado para agregar valor, mejorando el procesamiento de la hoja del tabaco y también se promovió la cooperativización de los cosecheros y la transferencia tecnológica.
Ya en 2021, el último año que se muestra y el inicio una nueva década, luego de la reapertura económica post pandemia covid-19 las autoridades han continuado el apoyo al sub-sector y las exportaciones siguen su rumbo ascendente de manera satisfactoria, manteniendo así los productos del tabaco dominicano en la cima, como muestra el siguiente cuadro.
Otras fortalezas a nuestra consideración han contribuido notablemente al desarrollo y posicionamiento de la industria tabacalera dominicana como la realización local de todos los procesos logísticos de la cadena productiva, excelente calidad de las tierras para la producción de tabaco, gran armonía y determinación en el sector que le permite avanzar, enfrentando retos y desafíos externo de manera muy estratégica. Todo esto ha sido determinante para el posicionamiento del cigarro como marca país y líder mundial de exportación, fundamentalmente del cigarro, el cual se sigue afianzando para seguir su liderazgo en esta década 2020-2030.