Aceite de palma: el último latigazo inflacionista a los alimentos
Hoy ha entrado en vigor la prohibición de Indonesia de exportar aceite de palma y otros productos derivados. El país asiático es el principal exportador del mundo y nadie sabe qué consecuencias va a tener la medida. «Es uno de los mayores actos de proteccionismo en los últimos años», ha dicho un analista de la Commonwealth Bank of Australia a Bloomberg. El aceite de palma no solo es importante para la industria alimentaria, también se utiliza en cosméticos y en tintas de impresión.
Las restricciones se aplican a todos los productos refinados procedentes del aceite de palma y se produce en un momento de alta tensión en los precios de los alimentos y productos agrícolas. La cotización del aceite de palma no ha parado de subir desde que empezaron a publicarse noticias sobre las intenciones del gobierno indonesio. En estos momentos, la tonelada de aceite de palma se paga al contado 1.630 dólares en máximos históricos; mientras los contratos de futuro también están en cotas históricas. Llega a los 1.700 dólares. Los precios del aceite palma también está arrastrando a la cotización en los mercados internacionales del maíz y trigo.