No hay brazos para tantas vacunas. ¿Improvisación o mala fe?

30-06-2021
Anjá | Salud
Ojalá, República Dominicana
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Cuando el pasado viernes vimos una rueda de prensa en un pasillo del Palacio Nacional, donde la vicepresidenta de la República rodeada de otros funcionarios anunció el inicio de la aplicación de una tercera dosis de la vacuna contra el SARS-Cov2  en el país, lo primero que nos vino a la cabeza fue una pregunta: ¿y es locos que están?.

Triste el colofón de esta presentación, donde se invitó al pueblo a ¨celebrar¨ que podían inocularse con una dosis de vacuna diferente a la que se había usado de inicio, ademas de infeliz, es un retrato de cuerpo entero de la falta de empatía que tiene la diva añosa que maneja las comunicaciones del gobierno, para con las casi 4,000 familias dominicanas que hoy lloran la muerte de los que se ha llevado el virus.

Señora, aquí no hay nada que celebrar, un poco más de respeto por los muertos, enfermos y personas afectadas en su salud y economía por esta gran desgracia mundial.

Claro, cuando se habla de tercera dosis inmediatamente hay que trasladarse a la provisión de vacunas que existe en la República Dominicana frente a las reales necesidades del país, es decir, un simple ejercicio de planificación que incluiría el número de personas que son nuestro objetivo, la cantidad de vacunas disponibles, el esfuerzo logístico necesario para cumplir con la meta y el costo económico que esto representaría.

Lo cierto es que la compra de vacunas de 3 marcas diferentes en la República Dominicana ha consistido en una respuesta rápida de parte del gobierno nacional pero, siempre hay un pero, denota una falta de planificación donde lo que si esta claro es que aquí no hay brazos para tantas dosis, pues hasta ahora tenemos contratos por el doble de lo que necesitamos, la mayoría de ellos con pago adelantado, y debe ser una de las razones de la ya famosa ¨tercera dosis¨.

Saquemos cuentas:
1. Contrato con el mecanismo COVAX de la OMS por 2,169,600 (dos millones ciento sesenta y nueve mil seiscientas) dosis de vacuna de la empresa Astra Zeneca. El contrato con este mecanismo es de US$22,889,280 (veinte y dos millones ochocientos ochenta y nueve mil doscientos ochenta dólares).

2. Contrato con la farmacéutica estadounidense Pfizer para adquirir 9,999,990 (nueve millones novecientos noventa y nueve mil novecientos noventa) dosis a un costo de US$119,999,880 (ciento diez y nueve millones novecientos noventa y nueve mil ochocientos ochenta y nueve mil dólares).

3. Contrato con la farmacéutica anglo-sueca Astra Zeneca para la adquisición de 10,000,000 (diez millones) de dosis a un costo de 4 dólares por vacuna y un total de US$40,000,000 (cuarenta millones de dólares).

4. Un contrato para comprar 10,700,000 (diez millones setecientas mil dosis) de la vacuna Sinovac de origen chino cuyo contrato fue pedido por el periódico Listin Diario y dice el medio que se negó la entrega, pero extraoficialmente se sabe fueron adquiridas a un costo de 19 dólares por dosis lo que haría un total de US$203,300,000 (doscientos tres millones trescientos mil dolares).

5. Estamos en la lista de países que recibirán vacunas donadas por los Estados Unidos, todavía no conocemos las cantidades, pero también deberíamos sumar esta ayuda al total de vacunas disponibles en algún momento, por lo que el total podría subir a la suma que damos a continuación.

Esto da un total de 32,869,599 (treinta y dos millones ochocientos sesenta y nueve mil quinientos noventa y nueve) dosis vacunas contratadas hasta este momento, sin incluir las que donarán los Estados Unidos.El costo sería de US$386,189,160 (trescientos ochenta y seis millones ciento ochenta y nueve mil ciento sesenta dólares).Hablamos de una suma considerable si agregamos ademas costo de logística, jeringuillas, congeladores especiales, transporte y personal para inoculación entre otros gastos.

Ahora, debemos calcular como buenos planificadores, cual es la cantidad de nuestra población que debería ser vacunada para tener una idea de cuantas dosis son las necesarias y no tener una cantidad de vacunas que no tenemos necesidad de usar, lo que acarrearía una perdida de recursos que son de todos los dominicanos porque salen del presupuesto nacional.

Calculando el blanco de población, que son mayores de 12 años según lo aprobado hasta ahora por la OMS, tendríamos que usar 16 millones de dosis para completar las dos dosis necesarias que exige el esquema de vacunación.

Es decir, tenemos un sobrante en papeles firmados en este momento de mas de 16 millones de vacunas, sin contar repetimos con la ayuda ofrecida en donación de parte de los Estados Unidos.

¿Qué hacer con estas dosis que sobran?

Lo seguro es que seguirán llegando vacunas porque el papel de las farmacéuticas es entregar y el país tiene el deber de poseer la logística para almacenar y dispensar a la población, de todos es sabido, ya ha pasado en otros países, que lo que no se usa no se puede almacenar por mucho tiempo pues se considera inefectivo.

Lo único que se podía hacer es inventarse estudios que no existen todavía para mezclar vacunas, se habló de inyectar una tercera dosis de una vacuna diferente, y nosotros que somos bastante observadores inmediatamente pensamos que es una forma de dar salida a las vacunas Pfizer porque su almacenamiento a -70 grados requiere de equipos muy especiales.

Lo cierto es que no tenemos brazos para tantas vacunas contratadas, de ahí la brillante idea de plantearse inocular una dosis extra, ahí serían almacenadas las que sobran (en los brazos de los dominicanos)  y el porque el invento de anunciar apresuradamente una tercera dosis cuando solo tenemos un 25% de la población inoculada con dos dosis como muy bien lo dejo claro el documento publicado el día de ayer por la OPS.