La pandemia frena vacunación rutinaria infantil; afecta a 23 millones de niños
Casi 23 millones de niños en el mundo no recibieron en 2020 una de las vacunas más habituales, la DTP-3 (contra la difteria, el tétanos y la tos ferina), una cifra que supone un retroceso de diez años en los programas de vacunación global y que se debió en parte a la pandemia de COVID-19.
Según ha informado la Organización Mundial de la Salud (OMS), los 22.7 millones de niños que no recibieron la DTP-3 el año pasado, un fuerte aumento frente a los 19 millones de 2019, suponen un alza del porcentaje de menores desprotegidos de tres puntos, hasta el 17 % mundial, una cifra que no se alcanzaba desde 2009.
En 1980 el porcentaje rozaba el 80 %, aunque a lo largo de esa década hubo una gran universalización de esa vacuna, por lo que desde 1990 la tasa ha oscilado entre el 15 y el 20 %.
La pandemia paraliza los servicios de vacunación
El principal factor que explica el descenso en las inmunizaciones fue la pandemia, que paralizó los servicios de vacunación en numerosos países, o hizo que muchas familias evitaran llevar a sus hijos a vacunarse por temor a contagiarse de la COVID.
«El mundo dio prioridad al combate a la COVID, pero si no se recupera terreno y no se reanudan los programas esenciales de vacunación hay un grave riesgo de que haya grandes brotes» de otras enfermedades, advirtió la directora del Departamento de Inmunización de la OMS, Katherine O’Brien.
«No podemos saltar de una crisis sanitaria a otra, y eso ocurrirá si no hacemos caso a las advertencias y nos comprometemos a inmunizar a todos los niños del planeta», destacó al presentar las cifras de un estudio realizado por la OMS y el Fondo de las Naciones Unidas para la Infancia (UNICEF).
Asia, Oriente Medio y América, los más afectados
La investigación también muestra un descenso en las vacunaciones contra el sarampión, por lo que el porcentaje de niños que no recibió al menos una dosis el año pasado subió del 14 al 16 %, mientras que un 30 % no recibió las dos dosis necesarias, lejos del objetivo universal del 95 % que se necesita para prevenir brotes.
O’Brien también advirtió que se ha reducido el número de niñas vacunadas contra el virus del papiloma humano, una inmunización que puede ayudarles a evitar formas de cáncer cervical en la madurez.
Alrededor de 1.6 millones de niñas se perdieron esta vacuna en 2020, frente a 13 millones en 2019, explicó la experta canadiense.
O’Brien subrayó que el retroceso de las vacunaciones fue especialmente preocupante en el sur de Asia, Oriente Medio y América, continente este último donde los programas de inmunización se vieron perjudicados también por «los problemas financieros, la desinformación sobre las vacunas y la inestabilidad política».
El país donde más menores quedaron desprotegidos en términos absolutos fue la India, con 3.5 millones de niños que no recibieron la vacuna DTP-3, seguido de Nigeria (3.1 millones) y la República Democrática del Congo (1.5 millones).
En Latinoamérica, las perturbaciones en los programas de vacunación causadas por la COVID-19 impidieron inmunizar contra la difteria, el tétanos y la tos ferina a 650,000 niños en Brasil y a 563.,00 en México, según las estadísticas de la OMS y UNICEF.