Nada que celebrar

24-09-2022
Medioambiente | Quiero que sepas
Ojalá, República Dominicana
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El 27 de septiembre es el Día Nacional del Biológo dominicano en honor al natalicio de nuestro más grande naturalista, el profesor Eugenio de Jesús Marcano Fondeur. Los biólogos somos los científicos de la vida, por lo tanto un colectivo comprometido con el avance de las ciencias de la naturaleza y el estudio y defensa de la biodiversidad.

Hace más de un año que reclamamos prevención y vigilancia para los problemas ambientales, no solo para los fuegos. En vez de eso recibimos vídeos de propaganda y palos acechados como los del mega proyecto en Pedernales, la autorización de la nueva presa de cola de la Barrick por decreto, y está visto que la Belfond en el Bahoruco Oriental es dueña y señora, instaurada con un primer fatídico palazo del presidente en la primera quincena del gobierno del Cambio.

Dos ministros y sólo hemos tenido publicación de informes y estrategias de rescate y manejo elaborados en pasadas gestiones. Nuevos parques nacionales y áreas protegidas en papel y en fin mucha espuma y poco chocolate. Lo único rescatable es la eliminación de plántulas de aguacate en el PNSB y la promesa de un código QR para el tráfico de madera.

Pero mientras tanto se justifica el tráfico de especies de flora y fauna protegidas no solo por la ley 64-00 de Medio Ambiente, sino también por la ley de biodiversidad. Y se siguen incautando toneladas de especies marinas en veda, cuando lo que se debería es prevenir y vigilar para no tener que incautar nada. Lo mismo con los agregados extraídos de los ríos y dunas con impunidad total.

El huracán Fiona ha puesto la tapa al pomo arrastrando toneladas de basura y plásticos por toda nuestra  geografía. Derribando puentes hace años caducados, provocando inundaciones agravadas por la construcción de presas fuera de la lógica, ¡y cuidado con los muros de presas ante la intensidad de las lluvias que no han caído nada más en el este! Para eso sirven los ciclones: para renovar ciclos en la naturaleza y así obligarnos a hacerlo a nosotros también.

En fin, nada que celebrar. En esta hora solo nos queda recordar y seguir el ejemplo de nuestro gran maestro, estudiando y escudriñando nuestra sabia y agradecida naturaleza para que nos ilumine.

Ángela Guerrero.
Bióloga. Botánica. UASD.