La inmensidad no cabe bajo la tierra. Tampoco cabe en el olvido. La inmensidad, trasciende el tiempo, la distancia… y trasciende la muerte.

¡Qué inmenso es a quien hoy rendimos tributo! ¡Tan! inmenso, que 116 años después de que La Vega lo viera nacer, venimos distintas generaciones a hacer memoria o a escuchar de él, a volver a él, a volver a sus ideas.

Celebramos este 116 aniversario de su natalicio, porque Juan Bosch no ha muerto, ¡vive en todos los que lo conocieron y en todos los que sin conocerlo hemos sido tocados por su pensamiento, por sus ideas y por su ejemplo!

Bosch encarnó una estatura moral que trasciende todo, que exige coherencia; basta leerlo un poco para sentir que interpela conciencias.

Esta fecha no pasa desapercibida en el corazón de los maestros, no pasa desapercibida en el corazón de los peledeístas.

Tampoco pasa desapercibida en el corazón agradecido de un pueblo que, aún hoy, encuentra en Bosch su faro moral.

Él tomó el sufrimiento campesino y lo convirtió en relato, en conciencia, en lucha.

Desde la injusticia, convocó al sueño. Desde el abandono, sembró dignidad. Desde la palabra, construyó caminos para el bienestar colectivo.

Ese es el Bosch que predicamos, ese es el Bosch que inspiró y motivó el gobierno del presidente Danilo Medina, el gobierno de la revolución educativa, el gobierno que le dio salud, empleo, y techo a las familias dominicanas, energía barata, crédito y acceso a los negocios y a las empresas, oportunidades a nuestros jóvenes.

Bosch no está en el cementerio, está vivo, en 1,800,000 dominicanos que sacamos de la pobreza; en 2,000,000 de niños que diariamente reciben alimentación escolar y educación; vive en cada dominicano y dominicana que superó el analfabetismo y en cada campesino que en nuestros gobiernos pudo sembrar, producir y vender, para vivir bien e impulsar a sus familias.

Ese Bosch vive y va a cumplir muchos años más. Es el que inspira, funda y forma generaciones. Ese es el que educa sembradores y prepara constructores de futuro: el pescador de causas.

A 116 años de su nacimiento, su ejemplo de vida es responsabilidad y deber para nosotros…

Hoy, cuando la desigualdad crece, cuando se desdibujan los ideales y muchos pierden la fe en la política, ¡más que nunca!, más que nunca! El pensamiento de Bosch debe ser nuestra brújula, para ganar elecciones ¡Sí! Pero, sobre todo, para seguir transformando realidades, para volver a hacer que la gente viva mejor.

Por eso es que estamos aquí, porque seguimos creyendo. Porque el pueblo dominicano necesita de nuevo un proyecto de nación basado en ideas, en principios, en dignidad y eso solo lo puede hacer el PLD.

El PLD que fundó Juan Bosch no le pertenece a una coyuntura. Le pertenece a una causa. Y esa causa es continuar el proceso de liberación del pueblo dominicano, como Bosch lo soñó.

Por eso desde el Valle de La Vega, su tierra natal, su partido y su pueblo rinden tributo a un hombre inmenso. Porque, como él mismo dijo: “Nadie se muere de verdad si queda en el mundo quien respete su memoria”.

¡Viva el profesor Juan Bosch!

¡Viva el Partido de la Liberación Dominicana!

¡Viva el pueblo dominicano!