La fecha del 19 de mayo del 2024 será un punto de viraje para la clase política dominicana y para el país. Si hay segunda vuelta, será un triunfo para la alianza opositora, no importa qué pase después.

Si la reelección se impone como hizo ya en base a dinero, a los sectores medios y pobres les esperan los peores cuatro años en décadas.

Al mismo tiempo, la población concluirá que a través de la política no tiene esperanza y se verán distintas reacciones: aumentarán los viajes en yola, vuelta por México y habrá más delincuencia.

Cada sector aumentará la lucha tras su interés particular, ya que se convencerá que la política no es opción. Por otro lado, la oposición política actual será culpada del triunfo gobiernista por no unirse, y llegará hasta organismos internacionales a denunciar el fraude junto con un paro nacional de 48 horas.

Además, se planteará una alianza más compacta hacia el futuro. Partidos y movimientos pequeños aumentarán su popularidad. Surgirán nuevos y extraños movimientos al margen de la política tradicional, las derechas con más fuerza.

Las provincias y los gremios, sindicatos y otros retomarán sus demandas particulares al cerrarse la vía política, aún se opongan sus dirigentes vendidos. El gobierno será mucho más represivo acusando a la oposición política de estar detrás de las demandas sociales. El plan global de la ONU y las grandes potencias continuarán con su proyecto de que el país sea la solución al problema migratorio haitiano.

Si la clase media se niega a pagar la deuda se harán maniobras para engañar al país colocando la carga por otras vías, ya sea entregando instituciones del estado ó porciones del territorio para ser explotadas, también otorgando concesiones, privilegios y contratas regalando el patrimonio nacional bajo la sombra de «fideicomisos».

Finalmente, las mafias irán copando las instituciones estatales, siendo el país gobernado por el sector menos nacionalista del tejido social dominicano, capaz de entregarlo todo con tal de mantenerse arriba.

Se podrá entender entonces la visión de Juan Bosch de nunca entrar en acuerdos ó aceptar alianzas con la clase perredeísta- perremeísta.

El fundador del PLD tuvo que resistir acusaciones de que había hecho acuerdos con Balaguer ó que tenía inquina personales contra Peña Gómez. Por sus estudios históricos el profesor Bosch estaba consciente que se bregaba con el sector más egocentrista y poco patriótico de la historia nacional.

Por el lado contrario, si por gracia divina la oposición política accede al poder, prevemos una luz de esperanza en el futuro pero tendrían que ser muy inteligentes y creativo para guiar nuestro barco nacional por las turbulentas aguas del Siglo XXl.