Salvador Dalí, el gran genio del surrealismo

11-05-2023
Pintura
National Geographic
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El 11 de mayo de 1904, nació en Figueres, Gerona, uno de los pintores españoles más internacionales de la historia, el catalán Salvador Dalí. Creador de un estilo muy personal y extravagante, Dalí acabaría convirtiéndose en un maestro del estilo surrealista y en un icono de la pintura contemporánea.

Foto: CordonPress

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Fotografía de Salvador Dalí cuando era niño, con unos 2 años de edad

Foto: CordonPress

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El pintor Salvador Dali y Federico García Lorca retratados en Figueres en 1927

Foto: CordonPress

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Exposición en Nueva York

Salvador Dalí mostrando su obra Autorretrato blando en la Julien Levy Gallery de New York, en 1941

FOTO: AGE Fotostock

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Cadaqués, Gerona

La villa ampurdanesa de Cadaqués acogió a Dalí desde su infancia, cuando veraneaba en familia, y hasta su madurez creativa. En 1930, buscando una vivienda propia, el artista compra una barraca en Portlligat, una aldea de pescadores cercana.

Foto: CordonPress

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Dalí y Gala en 1955

En París conoció a la que sería su musa y el amor de su vida, Gala. Por aquel entonces ella estaba casada con el poeta Paul Éluard.

Foto: Gtres

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Dalí en un retrato tomado en Portlligat el 17 de septiembre de 1968

Foto: GettyImages

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Dalí, un excéntrico empedernido

Salvador Dalí leyendo estupefacto el libro de Fleur Cowles  El caso Salvador Dalí. Biografía de un gran excéntrico 

Foto: Gtres

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Dalí con un llamativo abrigo animal print en 1980

Foto: GettyImages

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Museo Dalí, en Figueres, el pueblo natal del artista

En la década de 1970 Dalí se dedicó al proyecto de su museo, interviniendo en el diseño de la Torre Galatea y la cúpula que corona el edificio. Dalí recuperó el antiguo teatro de Figueres y los restos del recinto amurallado de la ciudad, donde dio nueva forma a la Torre Galatea, su residencia los últimos años de vida, coronada con los huevos y panes.

la vida de Salvador Dalí comenzó incluso antes de nacer. Nueve meses antes de llegada al mundo, en 1903, su hermano mayor Salvador Galo Anselmo, había muerto de una infección estomacal. Este hecho marcaría profundamente al artista, que llegó a sufrir una crisis de personalidad cuando con sólo cinco años visitó la tumba de su hermano y sus padres le dijeron que él era su reencarnación. Dalí llegó a decir «nos parecíamos como dos gotas de agua, pero dábamos reflejos diferentes… Mi hermano era probablemente una primera visión de mí mismo, pero según una concepción demasiado absoluta». Su obsesión fue tan profunda, que Dalí incluso retrató a su hermano en un cuadro en 1963 llamado Retrato de mi hermano muerto.

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Con cinco años visitó la tumba de su hermano, muerto antes de su nacimiento, y sus padres le dijeron que él era su reencarnación

Durante su infancia, Salvador fue un estudiante mediocre y su padre lo tuvo que cambiar en varias ocasiones de escuela. En 1916, el joven descubrió la pintura contemporánea de la mano de la familia de Ramón Pichot, un pintor e ilustrador catalán que aconsejó a su padre que lo llevara a las clases del maestro Juan Núñez. Con sólo catorce años, Dalí participó en una exposición local en Figueres y otra en Barcelona en la cual recibió el primer premio.

En febrero de 1921, la madre de Dalí, Felipa, murió a consecuencia de un cáncer de útero y el joven no pudo superar esta adversidad. Años después reconoció que «fue el golpe más fuerte que he recibido en mi vida. La adoraba. No podía resignarme a la pérdida del ser con quien contaba para hacer invisibles las inevitables manchas de mi alma».

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ESTUDIANTE EN MADRID

Poco después de este drama familiar, Dalí se trasladó a Madrid para estudiar en la Real Academia de Bellas Artes de San Fernando, alojándose en la Residencia de Estudiantes. Enseguida llamó la atención de sus compañeros por su carácter excéntrico y por su aspecto, cuidadosamente estudiado: lucía una larga melena, vestía una gabardina, medias y polainas como los artistas victorianos, una corbata desproporcionadamente grande y una capa que arrastraba hasta los pies.

Dalí pasó por algunas situaciones complicadas en esos años. Por motivos que no están claros, en 1924 pasó unos días en la cárcel de Figueres de donde fue llevado a Gerona y puesto en libertad. Dos años después, en 1926, acabó siendo expulsado de la Academia de Bellas Artes, pocos días antes de los exámenes finales, porque afirmó que no había nadie que fuera capaz de valorarle.

En Madrid, el joven Dalí vestía de un modo extravagante, con gabardina, medias y polainas, corbata grande y capa hasta los pies

VIAJE A PARÍS Y FAMA MUNDIAL

En 1927, en Cadaqués, Dalí recibió la visita de García Lorca y de Luis Buñuel, con quienes había coincidido en la Residencia de Estudiantes de Madrid. Con Buñuel colaboró en un guión cinematográfico absolutamente atípico y del que surgió una película tan extraña como inquietante, la famosa Un perro andaluz (que se estrenaría en 1929). Ese mismo año, Salvador Dalí viajó por primera vez a París y allí entabló relación con Pablo Picasso y Joan Miró. Gracias a este último se unió al grupo surrealista liderado por André Breton, estilo artístico con el que triunfaría.

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En París conoció a la que sería su musa y el amor de su vida, Gala, por aquel entonces casada con el poeta Paul Éluard. Poco después tuvo lugar un acontecimiento que marcaría un punto de inflexión en la vida de Salvador Dalí: la ruptura con su padre, quien le recriminaba su vida disoluta y era contrario a su relación con Gala. Pero este revés no afectó a la producción pictorica de Dalí, sino todo lo contrario, ya que es en esta época cuando el artista realizó el célebre cuadro La persistencia de la memoria (1931), en el que una extraña criatura dormida, o quizás inerte, reposa sobre la arena (hay quien ha visto en ese ser un autorretrato del pintor) y unos relojes se derriten sobre ella y sobre otros elementos del cuadro.

En París conoció a la que sería su musa y gran amor, Gala, con la que se casaría en 1934

A partir de 1931, Dalí participó en numerosas exposiciones de la mano de su mecenas, Edward James, y en 1934 se casó con Gala. Tras un viaje por Italia, Dalí empezó a sentir atracción por los temas religiosos, a los que aplicó su gusto por lo extraño y onírico. De esta época son la Madonna de Port LligatCrucifixión y La última cena.

Según los historiadores del arte, lo mejor de su obra ya había sido creado cuando Dalí regresó a España en 1949, tras años viviendo entre Nueva York y París. Pese a esto, aún le quedarían cuarenta años más de caprichosa producción y de cultivar el personaje irreductiblemente endiosado y exhibicionista que le haría famoso, hasta su muerte en Figueras, en 1989.