Formado en el Conservatorio de Viena, la carrera de Gustav Mahler como director de orquesta se inició al frente de pequeños teatros de provincias como Liubliana, Olomouc y Kassel.

En 1886 fue asistente del prestigioso Arthur Nikisch en Leipzig, en 1888, director de la Ópera de Budapest y en 1891, de la de Hamburgo.  

En 1897 le ofrecieron la dirección de la Ópera de Viena, estando durante diez años al frente de la misma.  Sin embargo, el diagnóstico de una afección cardíaca y la muerte de una de sus hijas lo impulsaron en 1907 a dimitir de su cargo y aceptar la titularidad del Metropolitan Opera House y de la Sociedad Filarmónica de Nueva York, ciudad en la que se estableció hasta 1911, cuando, ya enfermo, regresó a Viena.   

Además de su labor como director, Mahler compuso sinfonías. Él mismo se autodefinía como un compositor de verano, única estación del año en la que podía dedicarse íntegramente a la concepción de sus monumentales obras.  

Es autor de diez las sinfonías, aunque la última quedó inacabada a su muerte.  De ellas, las números 2, 3, 4 y 8 incluyen la voz humana, según el modelo establecido por Beethoven en su Novena.  

Gustav Mahler falleció en Viena el 18 de mayo de 1911 a los 50 años.