El 8 de diciembre de 1980, el mundo de la música y la cultura universal se detuvo abruptamente.

A las 10:50 horas, John Winston Ono Lennon, cofundador de The Beatles y una de las figuras más influyentes del siglo XX, fue asesinado a tiros a la entrada del edificio Dakota en la ciudad de Nueva York.

Este año se cumplen 45 años de aquel fatídico evento que arrebató a una de las mentes creativas más brillantes de la historia.

Lennon, de 40 años, regresaba a su residencia junto a su esposa Yoko Ono tras una sesión de grabación. Fue abordado por Mark David Chapman, un admirador perturbado, quien le disparó cinco veces.

Tras ser trasladado de urgencia al Hospital St. Luke’s-Roosevelt, fue declarado muerto a su llegada. La noticia se propagó con una velocidad impactante, sumiendo a millones de personas alrededor del globo en un duelo colectivo y una profunda conmoción.

Su importancia en la música universal es incalculable. Junto a Paul McCartney, Lennon conformó una de las duplas compositivas más exitosas y revolucionarias de todos los tiempos.

The Beatles no solo dominaron las listas de éxitos, sino que transformaron la estructura del pop y del rock, elevando el álbum conceptual y la experimentación sonora a nuevas cotas artísticas. La lírica de Lennon, a menudo introspectiva, socialmente consciente y vanguardista, resonó con una generación.

La influencia de John Lennon se extiende mucho más allá de las fronteras de The Beatles. En su carrera en solitario, se convirtió en un icono de la paz y el activismo político, canalizando sus creencias a través de himnos atemporales.

Canciones como «Imagine,» «Give Peace a Chance» y «Power to the People» lo establecieron como una voz moral y pacifista, convirtiéndose en el arquetipo del músico comprometido.

Su periodo con The Beatles, desde 1960 hasta 1970, es una era dorada para la música popular. Entre sus contribuciones más destacadas se encuentran piezas que definieron el sonido de la banda y demostraron su genio armónico y lírico.

Algunas de sus mejores canciones junto a los Fab Four incluyen la potente y existencialista «Strawberry Fields Forever», la obra maestra psicodélica «A Day in the Life» (coescrita con McCartney), la emotiva balada «In My Life», y la cruda honestidad de «Help!».

La figura de Lennon trascendió el ámbito musical para convertirse en un símbolo cultural de rebeldía, amor y utopía. Su legado persiste no solo en sus grabaciones, sino en la inspiración que ha brindado a incontables artistas, músicos y activistas que han tomado su mensaje como estandarte. El 8 de diciembre se ha convertido en una fecha de recuerdo y reflexión sobre la fragilidad de la vida y el poder inmortal del arte.

El recuerdo del músico se mantiene vivo a través de su obra, la cual sigue siendo objeto de estudio y admiración por nuevas generaciones.

Desde los gritos de la «Beatlemanía» hasta los susurros de su activismo, John Lennon dejó una huella indeleble en la banda sonora de la humanidad. Su muerte fue una tragedia, pero su vida fue un himno.

Hoy, a 45 años de su partida, el mundo sigue escuchando y meditando con su música. El asesinato de John Lennon no pudo silenciar su mensaje de paz y amor, que resuena con la misma fuerza y urgencia que en el momento de su creación.