El Colectivo Défenseurs Plus denunció este miércoles que la ola de violencia que atenaza a Haití ha dejado un saldo de 600 asesinatos y 271 secuestros entre enero y junio de 2023, según un informe divulgado por la organización no gubernamental.

La plataforma se basó en entrevistas, investigaciones documentales y la consulta a líderes comunitarios para preparar un reporte exhaustivo que demostró que en el país caribeño el derecho a la vida fue sistemáticamente violado.

El texto criticó la gestión del primer ministro Ariel Henry, quien gobierna el país desde el asesinato hace dos años del presidente Jovenel Moïse, por incumplir con sus promesas y sumir a la nación en un estado de pobreza, inseguridad y vulnerabilidad frente a las catástrofes naturales y brotes de enfermedades como el cólera.

Asimismo, denunció la violación del derecho a la vida, la seguridad, el funcionamiento del sistema judicial, la libertad de prensa y el derecho a la manifestación en una sociedad donde el acceso a la justicia es prácticamente nulo, a tenor de las constantes huelgas del personal del sistema judicial.

En ese sentido, calificó de mala praxis gubernamental la inconstitucionalidad, como lo demuestra el nombramiento de ocho jueces del Tribunal de Casación por el jefe de Gobierno quien señaló en ese momento que la denominación es solo prerrogativa del presidente en funciones.

El grupo defensor de los derechos humanos denunció que los grupos criminales utilizan  como un arma la violencia contra mujeres y niñas en los enfrentamientos que habitualmente se describen particularmente violentos entre esos grupos armados.

Según datos aportados por la organización de defensa de las mujeres Nègès Mawon, unas 652 mujeres y niñas fueron víctimas de violencia sexual en cuatro barrios de Puerto Príncipe, entre mayo de 2022 y marzo de 2023.

La espiral de violencia se acrecienta en Haití ante el incremento de las pandillas que actualmente controlan más del 80 por ciento de la capital, mientras ganan terreno en otros departamentos como Artibonite, al noroeste de Puerto Príncipe, donde la semana pasada la pandilla Gran Grif asesinó a tres personas y dejó una veintena de heridos.