Los simpatizantes del expresidente Jair Bolsonaro tomaron este domingo por la fuerza los edificios de los tres poderes, a saber: el Palacio de Planalto, el Congreso Nacional y la sede de la Supremo Tribunal Federal, rompiendo el bloqueo realizado por la Policía Militar y la Fuerza de Seguridad en la Explanada de los Ministerios en Brasilia.

El ministro de Justicia de Brasil, Flávio Dino, afirmó este domingo que «no prevalecerá» la voluntad de los bolsonaristas radicales que han invadido las sede de los edificios citados.

Manifestantes bolsonaristas no aceptan el resultado electoral e invadieron la sede del palacio del Gobierno, el Congreso y de la Corte Suprema cuando la policía intentó dispersarlos con bombas de gas lacrimógeno y por la policía en Brasília.

El ministro Dino autorizó el uso de la Fuerza Nacional en la seguridad de la capital ante la amenaza de acciones violentas.

Cientos de militantes radicales fieles al exjefe de Estado acampan frente al Cuartel General del Ejército, en Brasilia, desde el día siguiente a las elecciones del 30 de octubre, en las que Lula da Silva derrotó a Bolsonaro.

La policía brasileña utilizó gases lacrimógenos para tratar de repeler a los manifestantes, que se concentraron fuera del edificio.

El área alrededor del Congreso fue acordonada por las autoridades, pero los simpatizantes de Bolsonaro, que se niegan a aceptar la elección de Lula da Silva, lograron romper los cordones de seguridad y varias decenas lograron subir la rampa de este edificio de arquitectura moderna para ocupar el techo.

Los manifestantes aparecieron en el techo, pero también en todos los jardines adyacentes, incluido el Palacio Presidencial de Planalto.

En su mayoría vestidos con camisetas amarillas y verdes y banderas brasileñas, los manifestantes atacaron algunos vehículos de la Policía Legislativa, que vela por la seguridad del Congreso.

En su marcha hacia el Congreso, los manifestantes también destrozaron las barreras de protección y armados con palos se enfrentaron a los agentes del Ayuntamiento, que intentaron contenerlos sin éxito.

Lula da Silva, quien asumió la Presidencia de Brasil el día 1 de enero, se encuentra este fin de semana en la ciudad de Araraquara, en São Paulo.