Centenares de profesionales se movilizaron este jueves contra las precarias condiciones en las que trabajan en los servicios de urgencias hospitalarios en Andalucía, España.

“Urgencias saturadas, profesionales quemados”, fue una de las consignas enarboladas por las Comisiones Obreras (CCOO) y la Unión General de Trabajadores en Andalucía (UGT), junto a trabajadores del Servicio Andaluz de Salud (SAS), en la concentración en los centros sanitarios para exigir que puedan ejercer su labor bajo los estándares normales a los que deben acceder y no se están garantizando.

En este sentido, dichas organizaciones emitieron un comunicado en el que señalaron la necesidad de atender los servicios primarios y asegurar el personal que trabaja en el sector público.   

“No es de recibo esta forma inhumana de trabajar ni tampoco cómo se está atendiendo a miles de usuarios que, ante el bloqueo de la Atención Primaria y el pico de incidencia de gripe y Covid, tienen que acudir a los servicios de urgencias hospitalarias y se desesperan ante tanta necesidad de atención y los pocos medios humanos que hay”, puntualizaron los gremios.

Entre tanto, en el Hospital Virgen Macarena, en Sevilla, pacientes compartieron sus declaraciones y se quejaron de retrasos de meses en la atención traumatológica y de esperas de horas para ser atendidos.

Por otra parte, el repunte de las infecciones respiratorias, acompañado del funcionamiento deteriorado de la Atención Primaria ha propiciado lo que los sindicatos llaman un “bloqueo”.

Asimismo, la UGT y CCOO exigieron a la Consejería de Salud un plan inmediato de refuerzo de plantillas que evite estas situaciones de desbordamiento continuo en el que están los servicios de urgencias hospitalarios.

Medios locales como el diario Público indican que existe una estrategia privatizadora por parte del Gobierno de ir poco a poco transfiriendo fondos públicos a la privada.

El diputado de Sumar en el Congreso, Toni Valero, quien participó en una de las protestas en Málaga, refirió que «tiene que parar ya el plan de deteriorar la sanidad pública para fortalecer a las clínicas privadas. Es una auténtica voladura controlada”.