Argentina sigue registrando un aumento de la pobreza y la indigencia en parte debido a las medidas neoliberales promovidas por el presidente Javier Milei.

El reciente informe del Observatorio de la Deuda Social Argentina (ODSA) de la Universidad Católica Argentina (UCA) indicó que la pobreza alcanzó al 52 por ciento de la población y la indigencia al 17.9 por ciento en los primeros seis meses del 2024.

Los datos del ODSA reflejan las consecuencias directas de las políticas de ajuste implementadas por el equipo económico del presidente Milei, afectando especialmente a los sectores más vulnerables de la población.

El director del ODSA, Agustín Salvia, destacó que, a pesar de la gravedad de la situación, esta no es tan crítica como la crisis de 2001-2002, ya que el desempleo, por ahora, no ha alcanzado los niveles de aquel período, cuando llegó a tasas del 20 por ciento.

Según Salvia dijo que la pérdida de empleo en el sector informal y los bajos salarios de los trabajadores formales han influido en el incremento de la pobreza e indigencia en el país suramericano.

Alrededor del 50 por ciento de los trabajadores privados perciben ingresos por debajo de la Canasta Básica, que en julio ascendió a 900.648 dólares con un aumento acumulado del 81,7 por ciento en lo que va del año.

Una encuesta de Unicef reveló que los ingresos del 48 por ciento de los hogares argentinos no alcanzan para cubrir los gastos mensuales, que aumentó en 7 puntos respecto al año anterior y de 15 puntos en comparación con 2022. Además, un millón de niños en Argentina se acuestan sin cenar, mientras que 4.5 millones de adultos se ven forzados a saltearse una comida.

Los datos del primer trimestre de 2024 indican que el 54.9 por ciento de la población se encontraba por debajo de la línea de pobreza y el 20.3 por ciento en situación de indigencia, mientras que en el segundo trimestre los indicadores cayeron a 49.4 por ciento y 15.9 por ciento, respectivamente. Estos cálculos se basan en los microdatos de la Encuesta Permanente de Hogares (EPH).

El ODSA prevé una estabilización en la reducción de la pobreza e indigencia, impulsada por un leve repunte en el consumo, el pago de aguinaldos, aumentos en las jubilaciones y la mejora en los planes sociales. Sin embargo, no se espera una caída pronunciada en estos indicadores.

La situación social en Argentina se sigue desgastando rápidamente con las políticas de ajuste, mientras la actividad económica sigue profundizando la crisis.