El presidente de Colombia, Gustavo Petro, indicó este martes que si el Congreso de su país hunde la propuesta la reforma de salud propuesta por su administración, el legislativo terminará con el símbolo del INRI a cuestas, en referencia al acrónimo que aparece sobre la imagen para identificar al Jesucristo crucificado.

«No, para nada vamos a retirarla. El Congreso sabe cuál es la consecuencia de hundir la reforma de la salud. El sistema actual no es sostenible, punto», expresó Petro luego que una periodista le preguntara sobre la decisión de ocho senadores que votaron contra la ponencia de la reforma, lo que podría sacar del debate el asunto en la Cámara Alta del parlamento.

Si finalmente el legislativo adopta esa postura, agregó el presidente colombiano, «el INRI va a quedar sobre el Congreso«, porque a su parecer la población señalará a sus integrantes de no ser capaces «de hacer una reforma de salud cuando más se necesitaba».

Actualmente, los recursos públicos en el sistema sanitario son administrados por empresas privadas conocidas como Entidades Promotoras de Salud (EPS), a las que los colombianos que trabajen o coticen deben afiliarse y pagar un plan obligatorio. Con el control y manejo de los recursos, las EPS pagan a las Instituciones Prestadoras de Servicio de Salud (IPS), que brindan atención médica a la población.

«Absolutamente imprescindible»

Esta situación es la que precisamente busca cambiar el presidente Petro, quien insistió en que la reforma de salud «es absolutamente imprescindible» porque las EPS han perdido al menos 35 billones de pesos, unos 8,93 millones de dólares, que son recursos de todos los colombianos.

«La mayoría de las EPS, no todas, pero la mayoría incumplieron las normas y hay billones de pesos en las llamadas reservas técnicas perdidos, así que el gobierno entra a actuar», indicó Petro, agregando que su administración no dejará perder el dinero público.

La reforma a la salud de Petro, que fue aprobada por la cámara baja en diciembre pasado, busca modificar en esencia el sistema de salud que rige en Colombia desde hace 29 años, de forma que se minimice la intermediación de privados y el Estado tenga un mayor control sobre el manejo del dinero y la prestación de la atención sanitaria.

De esta manera, a las EPS se les quitaría el poder de administración del dinero del Estado y solo quedaría el de prestación del servicio de salud. Además, se pretende ampliar el alcance de la atención sanitaria para que sea universal en todo el territorio nacional, donde de momento escasea en zonas rurales.