FAO señala a Colombia como un punto crítico del hambre en América del Sur
La Organización de Naciones Unidas para la Alimentación y la Agricultura (FAO) advirtió sobre los peligros de la profundización de la «inseguridad alimentaria», eufemismo de hambre, cuando persisten condiciones de conflictos y violencias imperantes, como así también desastres climáticos. Según el organismo, Colombia es el país de América del Sur con mayor riesgo de inseguridad alimentaria.
La evaluación fue rechazada por gobierno colombiano y solicitó a la FAO que su país sea excluido del informe. El país lleva más de 50 años de conflicto armado y, a pesar de la firma del Acuerdo de Paz entre el Gobierno y las FARC (Fuerzas Armadas Revolucionarias de Colombia), el fuego cruzado entre diversos actores parece no tener fin, con permanentes muertes entre la población civil.
Hambre en aumento desde 2014
En el informe anual del 2021 sobre la inseguridad alimentaria la FAO señala que los efectos negativos de la pandemia, la debilitación de la economía, el aumento de la pobreza y la desigualdad han impactado en deterioro de la alimentación. Esto se traduce en el incremento del hambre en el mundo.
Afirma que durante el 2020 el hambre creció a la sombra la pandemia por el Covid-19, estimando que ese año pasaron hambre 811 millones de personas. Comparado con el 2019, hubo un aumento en 150 millones de personas con hambre. Según la medición del organismo, el padecimiento viene en aumento desde el 2014, cuando una de cada tres personas en el mundo careció de alimentos adecuados. Todo este precario escenario empeoró con la pandemia.
Violencia y hambre en Colombia
El 31 de enero de 2022 la FAO publicó su informe trimestral llamado “Puntos críticos de hambruna. Alertas tempranas para la acción humanitaria urgente FAO-PMA sobre la inseguridad alimentaria aguda. Perspectivas de febrero a mayo de 2022”. Señala, entre otros aspectos, que Etiopía, Nigeria, Sudán del Sur y Yemen siguen siendo los países con el nivel de alerta más alto, mientras que en América Latina lo son Haití, Honduras y Colombia.
Advierte que parte de la población colombiana enfrentará un deterioro significativo de la inseguridad alimentaria aguda (hambruna) en los próximos meses, que pondrá sus vidas y medios de subsistencia en peligro.
La FAO advierte una tendencia mundial en donde la violencia y el conflicto armado afectan a la mayor población con inseguridad alimentaria aguda. Señala que, en el 2020, el 65 por ciento de la población con inseguridad alimentaria vivía en territorios donde se ejerce violencia sobre la población civil. Y precisa que, en el 2022, más de 43 millones de personas en 38 países se sumaran a las filas de la hambruna o condiciones similares.
Rechazo gubernamental
Según el último informe trimestral de la FAO, se proyecta un incremento del deterioro de la inseguridad alimentaria en Colombia debido a una conjunción de factores: la crisis migratoria regional, la inestabilidad política, el conflicto armado, el desplazamiento interno y la crisis económica, incluidas las medidas relacionadas con la Covid-19. De acuerdo a este crítico pronóstico, la FAO advierte que 7,3 millones de colombianos necesitarán asistencia alimentaria en el 2022.
El gobierno colombiano, por medio de una nota diplomática en la sede de la FAO en Roma, pidió que se excluya a su país de la lista de naciones en riesgo alimentario. Las autoridades rechazaron la publicación del organismo porque “carece del soporte fáctico, definición metodológica y claridad en las fuentes que le den validez y credibilidad”. Además, señalaron que desconoce en el informe los esfuerzos que ha hecho el país en ese campo.
Conflicto armado, desplazamiento e inseguridad alimentaria
De acuerdo al informe de la FAO, menciona a Colombia junto a otros países que están atravesados por conflictos armados y violencia (República Centro Africana, República Democrática del Congo, Myanmar, Nigeria, Sudan del Sur, Yemen y Somalia), pues debido a ello el acceso humanitario está muy restringido. En este sentido, las poblaciones civiles están doblemente vulneradas, ya que por un lado el conflicto y la violencia favorecen la hambruna y a la vez es un obstáculo para la asistencia humanitaria de la población civil. El problema que advierte la FAO es que —según el resumen de necesidades alimentarias— 7.3 millones de colombianos padecen inseguridad alimentaria y necesitan asistencia.
La FAO también llama la atención sobre el retraso en la implementación del Acuerdo de Paz de 2016 entre el Gobierno y los grupos armados no estatales, que han provocado nuevas oleadas de ataques violentos, con 61.000 nuevos desplazados internos entre enero y septiembre de 2021: tres veces los niveles de 2020. Este incremento es puesto como alerta en el informe, proyectando altos niveles de desplazamiento en el 2022, debido a la persistencia del malestar social y los problemas económicos en el marco del proceso electoral. La FAO señala que la pandemia de Covid-19 amplió disparidades existentes con un efecto negativo en los hogares más vulnerables.
El pueblo colombiano lejos está de guardar silencio, como se ratifica en las demandas que se han hecho oír en las calles y pone la atención sobre el hambre como una de las principales urgencias a atender en el marco de un año signado por una elección presidencial.