En un video difundido en su cuenta de YouTube, el exasesor económico del expresidente soviético Mijaíl Gorbachov se pronunció sobre el actual conflicto en Ucrania y el papel que juegan la OTAN y Estados Unidos en este. 

Según Sachs, desde 1992 ya había planes en la Casa Blanca para expandir la OTAN a territorio cercano a las fronteras rusas, lo que contradice el acuerdo que, en su momento, estableció el país norteamericano con Gorbachov.

Este pacto habría quedado registrado en al menos 30 documentos históricos recopilados en un artículo de los archivos de Seguridad Nacional de la Universidad George Washington.

«Les diré un secreto a las 427 personas que están aquí: Estados Unidos mintió porque, desde 1992, había planes completos para la expansión de la OTAN, incluido Ucrania, desde principios de 1992», apuntó Sachs.

El exasesor de las Naciones Unidas también refirió que recientemente habló con un historiador que trabaja en los archivos y le explicó que existen documentos de 1992 en los que ya se incluía a Kiev como parte de los planes de expansión de la Alianza.

Para el economista, esto se explica por la «arrogancia» de los líderes estadounidenses, quienes creen que pueden gobernar el mundo.

«Estados Unidos cree que puede gobernar el mundo, que son la única superpotencia que puede y hará lo que quiera, ya sean operaciones subversivas, derrocando gobiernos, desatando guerras con falsas pretensiones, bombardeando Belgrado, bombardeando Libia», acusó Jeffrey Sachs.

Sobre el conflicto en Ucrania, el académico estadounidense afirmó que se trató de algo que se pudo evitar de muchas maneras y criticó la postura de la OTAN y Washington respecto a la supuesta autonomía con la que Kiev puede decidir si se une o no al bloque militar.

«Creo que debemos contemplar que, si México y China hacen una alianza militar, ni Estados Unidos ni el primer ministro [de Canadá Justin] Trudeau, van a decir: ‘Bueno, es su elección. Es una puerta abierta, pueden hacer lo que quieran’. Eso es pretensión o arrogancia», declaró Sachs.

En este sentido, recordó que una política de la OTAN es que sus decisiones no serán afectadas por países ajenos a la Alianza, razón por la cual ignoran las peticiones de otros países (como Rusia) y asume «que puede moverse a la frontera de cualquiera sin quejas o respuesta».