Gasto farmacéutico se dispara en España: «El exceso de precios de los nuevos medicamentos es abusivo»
En 2012, el hospital Sloan Kettering de Nueva York, uno de los centros de Estados Unidos más importantes en el estudio y cura para el cáncer, rechazaba incorporar el medicamento Zaltrap entre sus quimioterapias habituales. El motivo que esgrimía el presidente del comité de farmacia de la institución fue contundente y preocupante: «A causa del precio».
El precio de los medicamentos se ha disparado desde hace años y su crecimiento ha sido imparable y en muchos casos, incontrolable. Durante la pandemia del coronavirus se comprobó cómo, antes de la aparición de curas específicas y vacunas, medicinas que costaba producir apenas seis euros se vendían por 2,000 euros.
En España, desde 2014 el coste que asumen las consejerías de Sanidad ha aumentado consierablemente. Desde 2014, se ha pasado de gastar 9.627 millones de euros en total a 12.173 millones, según el último informe de la Federación de Asociaciones para la Defensa de la Sanidad Pública (FADSP). Un incremento del 26,45% en número absolutos.
Las comunidades donde el gasto en medicamentos es más alto es en Andalucía (2.191 millones de euros), Catalunya (1.665 millones), Madrid (1.494 millones) y Comunidad Valenciana (1.455 millones). A la cola, Navarra (153 millones de euros), La Rioja (78 millone) y Cantabria (166 millones). En mayor o menos medida, el aumento se ha producido en todas las regiones de España.
Fernando Lamata, presidente de honor de la Asociación por un Acceso Justo al Medicamento (AAJM), profundiza en la raíz de que este gasto aumente año tras año, que limita los presupuestos de las Comunidades Autónomas: «Se gasta más en medicamentos que en todo el resto de gastos de Atención Primaria. Entre noviembre de 2021 y 2022 ha aumentado un 5%. Eso son 616 millones en gasto farmaceútico ambulatorio en España. Es lo que costaría contratar a 6.000 médicos«, asegura. Lamata: «Se gasta más en medicamentos que en todo el resto de gastos de Atención Primaria»
Además, Lamata habla de un círculo vicioso que engancha el aumento de precios con los malos diagnósticos: «Hay falta de recursos en Atención Primaria y eso termina en recetas de forma excesiva. A falta de tiempo, más recetas. El otro circulo vicioso es que el exceso de precios de los nuevos medicamentos, que lleva a un beneficio abusivo de la industria farmacéutica».
Un
informe de la universidad de Liverpool aseguraba en 2015 que las compañías cargan entre 300 y 600 veces el coste de fabricación, tal y como recoge el libro Medicamentos: ¿derecho humano o negocio? Las patentes y las limitaciones que estas imponen permite a las empresas poner los precios que consideren y los Estados solo pueden negociar a partir de esa tarifa que ponen de salida. La Organización Mundial de la Salud (OMS) señala que en la última década los precios de los medicamentos oncológicos, por ejemplo, se han duplicado.
Un caso reciente tuvo como protagonista a la farmacéutica Gilead, que desarrolló Yescarta, una terapia CART-T para el cáncer de sangre, el cual Sanidad adoptó para algunos pacientes. El precio máximo fijado para este tratamiento fue de 327.000 euros en España, lo que llevó al Hospital Clinic de Barcelona a pagar ocho millones de euros para intentar curar a solo 26 personas. 313.920 euros por paciente, según pudo saber la Fundación Civio.
En 2021, el gasto farmacéutico en recetas por habitante va desde 332,5 euros en Extremadura hasta los 206,8 en Madrid, diferencia que está influida por el grado de envejecimiento de la población, pero también por el uso de medicamentos genéricos (en Asturias representa el 35% y en Madrid el 44%). A excepción de Comunidad Valenciana y Euskadi, donde el gasto ha bajado, las demás también han mostrado un incremento.
Ramón Gálvez, experto en gestión sanitaria y en medicina, analiza los datos: «El gasto total anual en 2022 en medicamentos y productos sanitarios aumento respecto al periodo anterior en un 3,21 %. El gasto farmacéutico hospitalario se ha incrementado en el mismo periodo anual 2022 un 6,13%. El incremento en el gasto hospitalario farmacéutico ha sido en estos últimos 10 años brutal».
Gálvez apuna que «esto es así porque los denominados «medicamentos innovadores» son de utilización hospitalaria fundamentalmente en los hospitales de día en tratamientos oncólogicos, hematológicos, reumatológicos… Estos medicamentos son de alto coste y están bajo patente, lo que genera un monopolio y un sobreprecio abusivo«, apunta, para concluir que «esta situación genera una enorme distorsión en los presupuestos hospitalarios, en los cuales el gasto farmacéutico empieza a ser el gasto dominante».